Ginebra.-El Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha acordado, en una reunión mantenida el pasado viernes, seguir considerando al coronavirus como una emergencia de salud pública de preocupación internacional.
Esta decisión se debe a que los casos de coronavirus siguen incrementándose cada semana debido, en gran parte, a las subvariantes BA4 y BA5 de ómicron, así como por el levantamiento de las restricciones en muchas partes del mundo y la reducción en la realización de pruebas diagnósticas.
“El COVID-19 no ha terminado. Nos encontramos en una mejor posición que al inicio de la pandemia, pero el virus sigue corriendo a sus anchas en los países. Me preocupa que las muertes sigan en una tendencia al alza”, ha dicho el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
De hecho, el aumento de casos también se está traduciendo en una presión sobre los sistemas sanitarios. Asimismo, el organismo ha señalado que tanto la trayectoria de la evolución viral como las características de las variantes emergentes del virus siguen siendo “inciertas e impredecibles”, por lo que ha abogado por incluir la vigilancia del COVID-19 en los sistemas de vigilancia de otros patógenos respiratorios.
El comité advirtió que el descenso en los tests en muchos países, debido a la proliferación de casos leves, está afectando a la capacidad de los expertos para analizar la evolución del coronavirus, pese a que “la aparición y propagación de nuevas variantes podría suponer impactos sanitarios aún más graves a los actuales”.
Los expertos que forman el comité, presidido por el médico francés Didier Houssin, lamentaron en este sentido “la reducción en la cobertura y en la calidad de la vigilancia”, que se traduce entre otras cosas en un menor envío de secuenciaciones genómicas de casos de covid en todas las regiones.
“Ello impide evaluar qué variantes del virus están circulando, lo que supone una menor capacidad para interpretar tendencias en la transmisión y para ajustar las medidas sanitarias públicas”, indicaron los expertos.
“Los sublinajes son unas variantes de preocupación porque están aumentando su presencia en las últimas cuatro semanas. Cuanto más circula el virus, más oportunidad tiene de mutar”, ha detallado la epidemióloga líder de la OMS, Maria Van Kerkhove.
Del mismo modo, ha destacado la necesidad de que se garantice la vacunación a los grupos prioritarios, si bien ha mostrado su preocupación por la falta de datos sobre la cobertura de vacunación en el 30 por ciento de los países.
Al ser consultada por un periodista en una sesión informativa en Ginebra sobre el momento del final de la pandemia, Margaret Harris, portavoz de la organización, sostuvo que está “lejos de terminar”.
“Definitivamente estamos en un contexto de pandemia”, añadió.
Los expertos mantuvieron la recomendación de vacunar al menos al 70 % de las poblaciones nacionales para reducir los casos graves y los fallecimientos, y aconsejaron ayudar a los países que no han alcanzado aún tasas del 20 % con el fin de que puedan desarrollar estrategias para ampliar las inoculaciones en sus territorios.
Al mismo tiempo recomendaron que sigan las medidas para reducir la expansión del virus en eventos multitudinarios, y otras individuales tales como el uso de mascarillas, el distanciamiento físico o la higiene frecuente de manos, aplicadas desde el inicio de la crisis sanitaria hace ya dos años y medio.Infobae.