La inflación se acentuó en los recientes meses del 2022 a raíz del conflicto internacional y alzas de precios en los principales commodities, lo que causa dolores de cabeza a los bancos estatales del mundo. El Banco Central del Paraguay (BCP) continúa con sus aumentos de tasas de política monetaria y se prevé que continúe al menos hasta el 2023, donde se estima que se iniciará un proceso de normalización, según el economista jefe de Itaú Unibanco, Mario Mezquita.
“Creemos que el BCP necesita terminar el ciclo de alzas de tasa de interés y, en el 2023, después de controlar la inflación, poder rebajar. Según nuestras proyecciones, Paraguay logrará controlar su inflación con tipos de interés más bajos que Chile, Brasil y Uruguay, solamente un poco más alto que Perú”, especificó el economista.
En ese sentido, el experto especificó que, en términos relativos, los ajustes al alza de las tasas son complicados para todas las economías, pero, aclaró, la situación de Paraguay no está mal. “Si se mira la tasa de la prepandemia, la misma estaba en 4% anual, actualmente se ubica en 7,25%, pero se prevé que la misma se empiece a normalizar desde el 2023 y probablemente en el 2024 se llegue a esos niveles”, indicó.
Por otro lado, el economista afirmó que para mantener una economía ordenada, Paraguay debe seguir con sus cuentas públicas en orden, donde el Gobierno no debe iniciar programas de gastos sin tener el ingreso, problemas que se ven en Brasil, por ejemplo; además de mantener una economía abierta. “Hay mucho que aprender de los errores de los países vecinos”, sostuvo.
Inflación
Por otro lado, el experto señaló que la inflación termina afectando el crecimiento en el corto plazo, más aún en el largo plazo si es que el Banco Central no hace su trabajo y deja que sea permanente. “Si es así, se tendrá una situación similar a lo que tiene nuestro vecino, que vive de crisis en crisis. La inflación es algo que hay que enfrentar, claro que no es gratis, pero es inevitable. Primero afecta a la actividad, pero después controla a la inflación”, comentó.
En el ámbito global, dijo que la economía internacional ya venía con resultado negativo, que empeoró con el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, lo que presionó al alza el precio de los commodities, como la soja, el petróleo, entre otros. Eso derivó a una fuerte presión inflacionaria en casi todos los países de la región, donde los bancos centrales tuvieron que hacer ajustes en sus tasas de interés.
“Ajustes al alza de tasas implica un riesgo de recesión en el mediano plazo, allá por el 2023″, aclaró. En cuanto a Brasil, dijo que esperan prácticamente que la economía del vecino país no crezca en el 2022, según los datos del Banco Central. LA NACION