Un docente universitario gastó G. 8.250 en la energía de la ANDE para desplazarse en moto eléctrica en un solo mes. Señaló que su objetivo con ello es demostrar que es posible utilizar un transporte más sostenible en un país hidroeléctrico.
Victorio Oxilia Dávalos, docente investigador de energía y ambiente, publicó el lunes pasado un hilo en Twitter donde subió una foto de él a bordo de una motocicleta eléctrica y habló sobre el ahorro que significó su uso en un mes.
En una comunicación con Última Hora accedió a compartir su experiencia y dijo que comenzó a usar la moto eléctrica en el marco de un proyecto personal y para poder generar también un análisis al respecto con estudiantes de Ingeniería en Energía de la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (FP-UNA), donde ejerce la docencia.
En las redes sociales mencionó que hizo un recorrido de 550 kilómetros en un mes y gastó solamente G. 8.250 en la energía de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) y además ahorró G. 475.000 en combustible.
“Yo tengo un vehículo en casa que consume el combustible premium, que arriba cerca de los G. 9.000 el litro. Entonces, decidí usar no por cuestión económica, solamente. Yo soy profesor de universidad e investigador y mi idea es impulsar el transporte sostenible en el país”, explicó.
La moto eléctrica no tiene caño de escape, tampoco emite ningún ruido y no utiliza aceite. Por tanto, no produce contaminación sonora y ningún otro impacto ambiental. Sin embargo, sí requiere de controles en el fluido de freno o los neumáticos.
A simple vista uno puede pensar que se trata de una moto común. Sin embargo, su motocicleta Super Soco TC tiene una diferencia bastante peculiar y es que lleva el motor en las ruedas. Asimismo, posee una batería que pesa 12 kilos, es de iones de litio y tiene una carga de 1.8 kilovatios-hora (kWh).
El cargador que utiliza es muy parecido al de una computadora y se puede recargar desde una toma corriente común de una casa. La carga completa dura de cinco a seis horas, lo que le permite tener a la motocicleta una autonomía de hasta 60 kilómetros.
“Uno puede tener dos baterías y las dos se pueden usar, con lo cual uno gana una mayor autonomía”, expuso el profesor. Detalló que con dos cargas completas la autonomía es de hasta 100 kilómetros, lo que requiere energía eléctrica por debajo de 4 kWh, según estimaciones que realizó con colegas de la UNA.
El dueño de la moto eléctrica se maneja diariamente con una sola batería y diariamente hace un recorrido de 35 a 40 kilómetros, de su casa a la universidad y viceversa y también le da para algunas diligencias. Resaltó que lo recomendable es no agotar toda la batería.
“Entonces, en vez de estar comprando nafta o diésel, estoy enchufando la batería de mi moto en casa con un gasto mínimo (…) Es una manera de mostrar que finalmente un transporte más sostenible es posible en un país que produce energía con fuente renovable, en un país que es hidroeléctrico”, apuntó.
El docente universitario e investigador del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) decidió adquirir la moto para ser ejemplo y mostrar que es posible el uso de un vehículo eléctrico como iniciativa ciudadana y que en algún momento las instituciones públicas tomen conciencia de ello.
De acuerdo con Victorio Oxilia Dávalos, el sector estatal incluso podría sustituir a futuro el parque automotor con una parte de vehículos eléctricos. “Sería una migración hacia el transporte sostenible en un país que está sufriendo por ser importador absoluto de hidrocarburos”, añadió.
Lamentó que Paraguay esté “esclavizado a los precios del mercado internacional del petróleo”, cuando se importa energía eléctrica producida por una fuente renovable a un precio “absurdamente bajo para el país”. /úh/