Las bolsas chinas caen ante el temor a sanciones, medidas regulatorias en EE.UU. y un nuevo brote de coronavirus
Los índices bursátiles más importantes de China han experimentado un desplome este lunes. Varios expertos lo atribuyen a un conjunto de factores, incluido el conflicto entre Rusia y Ucrania.
El Hang Seng China Enterprises, uno de los índices de referencia en la Bolsa de Hong Kong, cerró con un descenso del 7,2 % este lunes, experimentando así la mayor caída desde noviembre de 2008.
Además, el Hang Sang Tech, también muy destacado en el parqué chino, se desplomó un 11 %, marcando un récord desde que fue establecida esta referencia en julio de 2020. Con esta caída, ha perdido 2,1 billones de dólares respeto el pico máximo del año pasado.
El índice SSE Composite, de la Bolsa de Shanghái, perdió el 2,8 %.
Algunos medios han descrito esta situación como una “liquidación en pánico” en el mercado chino causada por diferentes factores negativos, tanto internos como externos al país.
Uno de los motivos del desplome es la publicación de un informe que hace referencia a funcionarios estadounidenses y que revela como Rusia, supuestamente, pidió asistencia militar a China para hacer frente a la operación militar en Ucrania. Aunque Pekín ha desmentido estas informaciones, los rumores han causado preocupación entre los inversores, ya que esto abre la posibilidad a que empresas chinas sean sancionadas, según expertos citados por Bloomberg.
Otra de las causas de los números rojos es la amenaza de echar a 5 empresas tecnológicas chinas de las bolsas estadounidenses. Y es que la Comisión de Bolsa y Valores ha señalado que están incumpliendo algunos requisitos para cotizar en lo que respeta a la rendición de cuentas.
El último factor negativo que podría estar afectando las acciones de las bolsas es un nuevo brote de covid-19 en China que ha llevado a las autoridades a declarar el cierre de dos grandes ciudades. Se trata de Shenzhen, con 12 millones de habitantes, y Changchun, de 9 millones.
Las restricciones han causado la suspensión de la operaciones de Foxconn, principal suministrador de Apple, que tiene fábricas en Shenzhen.