Asunción, Agencia IP.- Cumpliendo cabalmente con las obligaciones establecidas en el Anexo C del Tratado, Itaipu Binacional comenzó el ejercicio 2022 con una transferencia de 35,2 millones de dólares a favor del Estado paraguayo, correspondiente a enero. El monto contempla los desembolsos por royalties, cesión de energía y pagos a la Administración Nacional de Electricidad (ANDE).
De acuerdo con el informe de la Dirección Financiera de Itaipu, Margen Derecha, en este primer mes las remesas por royalties representaron 17,3 millones de dólares, mientras que los desembolsos por la cesión de energía significaron 16,6 millones de dólares. Ambos conceptos fueron transferidos al Tesoro paraguayo, el cual ingresó así 33,9 millones de dólares en total. Por su parte, la ANDE recibió 1,3 millones de dólares por resarcimiento de las cargas de administración y supervisión.
A pesar del complicado escenario actual, propiciado por la pandemia del covid-19 y la crisis hidrológica, la Binacional continúa operando con los más altos índices de productividad, lo que le permite a la empresa mantener la eficiencia en la generación de energía y, a la par, honrar sus compromisos financieros con los Estados de Paraguay y Brasil.
Los royalties constituyen una compensación financiera que obtienen ambos países por la utilización del potencial hidráulico del río Paraná para la producción de energía eléctrica en la represa de Itaipu. La cesión de energía es la compensación abonada por el Estado brasileño para acceder a la parcela de la producción que Paraguay no utiliza. Estos dos conceptos son transferidos al Ministerio de Hacienda, institución que se encarga de distribuir los recursos para sus usos finales, según establecen las legislaciones nacionales.
A su vez, la ANDE recibe mensualmente los pagos por resarcimiento de las cargas, y periódicamente también percibe ingresos por las utilidades de capital para hacer frente a sus necesidades presupuestarias, tal como dispone el Anexo C del Tratado de la Entidad.
En estos últimos dos años, dada la complicada coyuntura, la eficiencia en la operación de la Central Hidroeléctrica Itaipu fue posible gracias a los procedimientos adoptados para asegurar su óptimo funcionamiento e índices de operatividad, de manera a cumplir con la demanda de energía requerida por las entidades compradoras ANDE y Eletrobras.