Agencia IP.- El Hospital de Clínicas registra actualmente un incremento de consultas de pacientes pediátricos y adolescentes por diversos tipos de secuelas que dejó la pandemia, durante el periodo 2020–2021.
La jefa interina del Departamento de Psicología, Viviana Reiser calificó de trágico dicho periodo, no solamente a nivel social, económico y sanitario, sino en todo lo relacionado al área emocional-conductual.
“En el servicio están acudiendo pacientes pediátricos y adolescentes con muchos conflictos, con desórdenes en el estado de ánimo, con una incapacidad de retomar una vida similar a la que teníamos antes, están más bien muy insertos y casi adictos a dispositivos tecnológicos”, expresó la psicopedagoga y psicóloga clínica.
Al respecto, explicó que tanto los padres y los mismos alumnos empezaron a construir nuevas condiciones, una forma de funcionar con lo tecnológico como parte del día a día, siendo su uso más negativo que positivo y es lo que se ve reflejado hoy en las consultas.
“El alumno supuestamente participaba de las clases virtuales, pero en realidad no era así, fue encontrando sus herramientas de cómo convivir con la tecnología y excusarse a la vez de la tecnología del sistema educativo y era muy relativo desde el otro lado de la pantalla lo que el docente podía hacer”, indicó.
Dijo que pasó mucho tiempo hasta que se pudo encontrar un punto justo para el uso adecuado de este tipo de equipos y en ese período, los chicos empezaron a desbordarse, estaban conectados en otros temas.
Se armó una especie de burbuja en el 2020
Con el tiempo y sobre todo con el inicio de las clases presenciales, los padres empezaron a caer en la realidad, se armó una especie de burbuja en ese 2020 en relación a la educación y el vínculo con sus hijos. Hoy muchos niños optan por quedarse en la casa, dejar de lado los deportes y preferir practicar algún juego virtual.
“Incluso alumnos excelentes, con buen rendimiento cognitivo u otras habilidades, empezaron a dar bajo rendimiento escolar al tener nuevos intereses como estar en las redes sociales u otras formas de comunicación por internet. Los padres se dan cuenta que el hijo/a está viviendo un mundo irreal y no desea volver a insertarse a sus actividades cotidianas, lo realizaba antes de la pandemia y se empieza así con las secuelas”, advirtió.
Reiser indicó que en las consultas se ven muchas consecuencias en los chicos, como la depresión infantil. “Realmente es llamativa la cantidad de niños pequeños con depresión infantil, niños con crisis de pánico. Antes pensábamos que las crisis de pánico se daban más en adultos jóvenes, hoy encontramos muchos pequeños con angustia”.
Otra de las secuelas que se ven en el consultorio, es que ante la falta de socialización por el encierro, el habla y lenguaje se ven afectadas. Niños que estaban saliendo de un trastorno de lenguaje o que estaban evolucionando, dieron un gran retroceso; otros que habían logrado mayor autonomía volvieron a una fase anterior, con mucha dependencia de los padres.
En niños más pequeños, otro efecto que se percibe es que en algún momento se pensó que afectaba solamente a los adultos, fue el miedo; durante todos estos meses de aislamiento lo que se mostraba constantemente día a día era el miedo y la incertidumbre de qué podría pasar y el niño también absorbió eso.
Clases presenciales
Por otro lado, refirió que los docentes deben acompañar a los alumnos, ahora que inicie las clases presenciales para ver cómo aprenden, qué sienten y cómo se desarrollan.
“Este año 2022 va ser de extremo acompañamiento y soporte de parte de docentes y padres. Ante cualquier situación que llame la atención, se deben buscar herramientas que ayuden a ver su estructura de personalidad, que tienen que ver con sentimientos o emociones que tal vez no lo está pudiendo manejar adecuadamente, entonces ahí se debe recurrir a un especialista”.
Límite, sinónimo de educación. La profesional indicó finalmente que el niño tiene que saber que sus padres tienen atribuciones y que el sentido de autoridad tiene significado, y es para educar y darle lo mejor. Las reglas están para ser cumplidas en cualquier escenario, no solo como hijo/padre, sino en todos los ámbitos.