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Los exportadores señalaron la difícil situación que enfrentan los cultivos de la oleaginosa por escasez de humedad en los suelos.
La bajante extraordinaria de los ríos está imponiendo altos sobrecostos a las exportaciones de granos.
ASUNCION, 21-12-2021 (Chaco 4.0) – “Podría mencionarse que la soja está en “terapia”, esperando una buena lluvia que le ayude a recuperarse. De no llover lo suficiente en los días que restan de diciembre el panorama sería, lastimosamente, pesimista”.
Tal lo informado este martes 21 por los directivos de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (CAPECO). El informe añade que “muchas parcelas llevan más de 20 o 25 días sin recibir agua, y esto se agrava en los suelos arenosos y sin buena cobertura”. CAPECO destaca, en este punto, la superficie total de cultivos agrícolas en el Chaco que registra una cobertura de 195.000 hectáreas para la campaña en desarrollo, de las cuales más de 60.000 son de soja.
AÑO DE AGUAS BAJAS – Un capítulo delicado consignado por CAPECO en su informe se refiere a la bajante prolongada de los ríos Paraguay y Paraná.
“La expectativa es que el año 2022 sea un año de aguas bajas en ambos ríos, lo que nuevamente generará dificultades y atrasos en los flujos de exportación -señala el informe-. El gran desafío es desarrollar un sistema de dragado y balizamiento que permita garantizar la navegación en todo tiempo y que no genere sobre costos en tiempos de aguas altas”. En este punto, CAPECO enfatizó en la necesidad de establecer una alianza público privada “que opere -dice- bajo la supervisión operativa similar al modelo de la COMIP (comisión mixta rio Paraná) y que trabaje el costo, si generar innecesarias erogaciones al sector exportador”.
DIVISAS EXTRA – Respecto a las exportaciones y al ingreso de divisas, CAPECO señala mejoras en los precios internacionales de la soja, el maíz y el trigo. “Esto permitió un ingreso adicional de divisas por exportaciones de US$ 1.233 millones en comparación con el año anterior” remarca el informe.
También consigna el documento que “la pandemia agilizó el uso de documentaciones, pagos electrónicos y la informatización de los procesosde importación, exportación y registros, lo que se ha traducido en una importante agilización y facilitación del comercio exterior”.
RESTRICCIONES EUROPEAS – Los directivos de CAPECO hicieron pública su preocupación por “las nuevas restricciones europeas con relación al uso de agroquímicos y otros temas ambientales, que más que una acción a favor del ambiente constituyen barreras paraarancelarias para restringir las importaciones provenientes especialmente del MERCOSUR”.
“Esta preocupación -afirma CAPECO- es compartida por los principales gremios de productores de oleaginosas del mundo, entre ellos los franceses, alemanes, canadienses, norteamericanos, del Reino Unido, Australia y del MERCOSUR, quienes en junio pasado emitimos un comunicado conjunto preocupados por el creciente pedido de una ‘transformación de los sistemas alimentarios y de consumo’, sin considerar que no existe un sistema único de producción que se adapte a las diferentes regiones y que muchos países, que representan una gran parte de los proveedores mundiales de alimentos, ya implementan sistemas de producción sostenibles”.
ACUERDO DE ESCAZÚ – El gremio exportador remarcó, una vez más, el efecto negativo que produce “la creciente presión, por parte de ciertas organizaciones, de instar la ratificación del Acuerdo de Escazú por las consecuencias negativas que traerá no solo al sector productivo, sino también al sector construcciones, desarrollo de ciudades y otros sectores industriales”.
Enfatiza, además, que de ratificarse dicho acuerdo, eso podría dejar “al país sujeto a decisiones foráneas sin oportunidad de poner reparos, perdiendo soberanía nacional e incluso quedar sujetos a sanciones económicas internacionales cuando hoy el país ya cuenta con herramientas legales y reglamentarias que pueden ser utilizadas para asegurar el acceso a la información y participación Pública-Privada”.