El artista Diego Diarte realizó por sexto año consecutivo un pesebre gigante con más de 8.000 botellas de plástico. La representación religiosa adorna la ciudad de Isla Pucú, Departamento de Cordillera.
El pesebre gigante con botellas plásticas recicladas vuelve a brindar el espíritu navideño durante este año por sexta vez consecutiva en la ciudad de Isla Pucú.
Diego Diarte, el artista creador de esta hermosa obra, manifestó en conversación con Última Hora que, en esta ocasión, el pesebre cuenta con más de 8.000 botellas de plástico.
Recordó que en noviembre del 2016, con la Comisión de Eventos Culturales y el entonces intendente Hugo Alberto Fleitas Ovelar, surgió la idea de hacer un árbol gigante de botellas plásticas recicladas y no contaban con presupuesto, pero sí con todas las ganas de darle realce a la ciudad de Isla Pucú.
Los tres camellos fueron fabricados en el 2019. Foto: Gentileza.
Fue ahí que les propuso realizar un pesebre gigante utilizando los mismos materiales, con la intención de ser pioneros en el país en realizar un pesebre de dicha naturaleza.
“Fue satisfactorio saber que les encantó la idea, previo a hacerles unos bocetos de lo que sería, y ni bien aceptaron nos abocamos a la ardua labor”, expresó.
El joven talentoso de 28 años relató que ese año el pesebre empezó con la conformación de María, José, el Niño Jesús y el Ángel Gabriel, en el 2017 le incluyó a los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltazar, en el 2018 creó el pastor y tres ovejas.
Posteriormente, en el 2019 el artista fabricó los tres camellos y el año pasado completó su pesebre con una vaca, un burro y el gallo.
Las ovejas se añadieron al pesebre gigante de la ciudad de Isla Pucú en el 2018. Foto: Gentileza.
Los personajes tienen más de dos metros y medio y lo revisten unas 500 botellas, aproximadamente, a cada figura, según explicó el joven talentoso.
Comentó que este año se volvió a armar el mismo pesebre que el pasado año y se completó con todas las figuras, sin embargo, en esta ocasión, el atractivo es el nuevo paseo al que denominaron Paseo Ka’aguy Juru, en el cual están las letras corpóreas Isla Pucú, en el centro tiene un corazón.
La obra tiene un techo de sombrillas multicolores y existen además adornos hechos de la misma temática reciclados por otros barrios de la ciudad. Las composturas fueron utilizadas del concurso de pesebres reciclados que anteriormente se realizaba.
El pesebre gigante es financiado por la Municipalidad de Isla Pucú. De la elaboración participan todos los funcionarios de la Comuna, como así también le dan su toque de magia herreros, electricistas y jóvenes voluntarios, quienes ayudan en el transporte de las figuras, limpian y embellecen en el entorno.
Varias personas se acercan hasta el lugar para admirar la obra del artista Diego Diarte. Foto: Gentileza.
Además, se unen a esta gran fiesta toda la ciudadanía quienes alistan la ciudad para poder recibir a los visitantes que llegan para apreciar las creaciones desde varios puntos del país.
“El pesebre gigante de botellas plásticas recicladas hoy día ya es un ícono del corazón de la Cordillera, Isla Pucú, como la conocen. Cada año se recibe una multitud de visitantes que admiran tan loable iniciativa”, expresó Diarte.
Este pesebre cada año es declarado de interés turístico, cultural y ambiental por la Junta Municipal de Isla Pucú y es a su vez el único en nuestro país, porque hasta ahora no se ha replicado en ningún otro lugar, según manifestó su creador.
“La identidad de un pueblo se construye con pequeñas acciones, con una ciudadanía unida y con arte por sobre todo. Mi bella ciudad hoy es punto obligatorio para visitar”, concluyó.
Este sábado se realizó el encendido oficial de luces del pesebre en horas de la noche y se dio paso a la inauguración.
La ciudad de Isla Pucú, ubicada a 84 kilómetros de Asunción, fue el escenario de la batalla de Ka’aguy Juru, una de las más sangrientas de la Guerra contra la Triple Alianza. UH