Las propuestas ya están hechas: Paraguay plantea mantener la tarifa de Itaipú hasta el 2023 para asegurar USD 300 millones y Brasil pretende reducirla (como estipula el Anexo C) para ahorrar gastos. El 13 de diciembre, Bolsonaro podría responder si acepta lo que solicita Mario Abdo Benítez. La ANDE confía en un buen resultado.
Las posición técnica del Brasil es firme y consiste en la aplicación del Anexo C, según el cual, la tarifa debe reducirse desde año próximo, al desaparecer uno de los componentes.
Si bien a cada uno le corresponde el 50 % de la energía, Paraguay utiliza solamente el 20 % y el 30 % restante lo adquiere Brasil, que por esta razón, está interesado en la reducción de la tarifa, además de otros factores como la sequía.
Con la amortización de la deuda, dejarán de pagarse 600 millones de dólares, de los cuales, 300 son de Brasil y 300 de Paraguay. Nuestro país pretende conservar estos 300 millones anuales, los cuales deberá transformar en gastos sociales, a fin de invertirlos en el sistema energético o en las áreas que considere necesarias.
“Brasil prefiere aplicar el Anexo C, así baja la tarifa, entonces ellos tendrán más beneficio porque está utilizando mayor porcentaje de energía”, comentó el presidente de la ANDE, Félix Sosa, en entrevista con radio Uno.
Pese a que la postura de Brasil es contraria a la de Paraguay, Sosa cree que se podrá alcanzar un acuerdo. “La conversación a nivel técnico es bastante fluida, por eso confío mucho en que vamos a llegar un punto de negociación que convenga a ambos países”, concluyó.
La propuesta de Paraguay al Brasil, de mantener la tarifa de Itaipú hasta el 2023, quedó en cuarto intermedio hasta el 13 de diciembre.