Las superbacterias podrían provocar 10 millones de muertes para 2050, según los científicos. Ahora, podríamos contar con una nueva herramienta de defensa.
Una de las amenazas potenciales a las que pronto se enfrentará la especie humana son las bacterias resistentes a los antibióticos.
Para fortalecer nuestras defensas, los científicos han estado a la caza de nuevos fármacos provenientes de una gran variedad de fuentes, como té verde, flores de tabaco, leche materna humana, veneno de las serpientes de cascabel, piel de rana, hongos o incluso leche de ornitorrinco.
En este estudio, los investigadores buscaban nuevos péptidos antimicrobianos en el cuerpo humano. El equipo comenzó escaneando el proteoma en busca de péptidos con propiedades comunes a todos los AMP: de 8 a 50 aminoácidos de longitud, cargados positivamente y que contuviesen restos tanto hidrófobos como hidrófilos.
La búsqueda arrojó 2.603 resultados que, curiosamente, no estaban relacionados con el sistema inmunológico y el equipo los llamó “péptidos encriptados”. De todos ellos, seleccionaron 55 que probaron contra ocho bacterias patógenas, entre ellas, la bacteria E.coli y Staphylococcus aureus (que puede provocar meningitis o neumonía, entre otras enfermedades).
“Descubrimos que el 63,6% de estos 55 péptidos encriptados mostraban actividad antimicrobiana”,
“Curiosamente, estos péptidos no solo combatieron la infección de algunas de las bacterias más dañinas del mundo, sino que también se dirigieron a organismos comensales del intestino y la piel que son beneficiosos para nosotros.
nosotros.
“Especulamos que esto podría ser indicativo de un papel modulador de la microbiota que también pueden poseer estos péptidos”.
En pruebas con ratones, el equipo descubrió que cuando los AMP se agrupaban con otros de la misma región del cuerpo, eran 100 veces más potentes y funcionaban tan bien como los antibióticos existentes.
Podríamos estar ante los nuevos antibióticos naturales.
En pruebas con ratones, el equipo descubrió que cuando los AMP se agrupaban con otros de la misma región del cuerpo, eran 100 veces más potentes y funcionaban tan bien como los antibióticos existentes. Podríamos estar ante los nuevos antibióticos naturales.
Fuente: muyinteresante.es