El capitán de navío Humberto Ismael Fleitas Giménez (49) llegó a guardar aparentemente unos US$ 100.000 en su despacho del Arsenal de Marina de Asunción, justo antes de que fuera asesinado el martes último por sicarios que lo atacaron cuando salía de su casa del barrio San Miguel de San Lorenzo.
El capitán de navío Humberto Fleitas se desempeñaba como jefe de estado mayor del Arsenal de Marina de la Armada Paraguaya, que es el segundo cargo más importante en dicha unidad, por detrás del director.
Al menos hasta ayer, la principal hipótesis sobre su muerte apuntaba a que los dos ataques que sufrió en el mismo lugar, tanto el 12 de agosto como el 28 de setiembre de este año, fueron con intenciones de secuestro y no precisamente para matarlo.
Además, en los videos de los dos ataques se nota que los criminales rodearon el auto del militar y que intentaron sacarlo de adentro.
El dinero
Otro elemento incorporado a las posibles aristas es el hallazgo de 37.800 dólares en efectivo en el roperillo del marino, en el dormitorio de su despacho en el Arsenal de Marina del barrio Sajonia de Asunción.
El lugar fue revisado el martes de tarde por el Ministerio Público, que aprovechó que la familia de la víctima quería recuperar del cuartel el uniforme de gala con el que será sepultado esta mañana el capitán de navío Fleitas.
Otro tenía 9.900 dólares. Los demás sobres sí ya contenían menos billetes, ya que aparentemente iban siendo vaciados sistemáticamente, de acuerdo a la necesidad.
También había otros pedazos de papel que se sospecha correspondieron a otros dos sobres, por lo que entonces en el lugar el militar pudo haber guardado hasta 10 sobres de papel con 10.000 dólares cada uno.
La familia del capitán de navío Fleitas será convocada por la Fiscalía luego de los funerales del uniformado atacado por sicarios.
Dos balazos
Por otro lado, el doctor Silvio Chirife, quien examinó el cuerpo del marino en la Morgue Judicial, reveló que Fleitas acusó dos balazos, uno en el tórax lado izquierdo, bajo la clavícula, que fue el que le perforó el pulmón y le ocasionó la muerte, y el otro proyectil que se alojó a siete centímetros del ombligo, pero que aparentemente no produjo daños importantes.
El auto acribillado por sicarios quedó varado a 150 metros de la casa del militar de la Armada.
Crisis total
El asesinato del militar de la Armada Paraguaya vino a confirmar que hay una crisis total de inseguridad en Paraguay.
Este fue el cuarto gran atentado perpetrado en los primeros 20 días de los 90 días de plazo que le dio el presidente de la República al ministro del Interior Arnaldo Giuzzio y al comandante de la Policía Luis Arias.
Estos últimos habían ejecutado una desesperada maniobra hace tres semanas, cuando modificaron casi toda la cúpula policial para seguir en sus cargos. /abc/