Tel Aviv.-Mientras el Gobierno sigue reacio a la imposición de nuevas restricciones, se detectaron 754 casos en la últimas 24 horas. La preocupación por la nueva variante de la cepa india, que tiene una mutación adicional aún no estudiada, obligó al replanteo de las medidas de aislamiento.
“Esperamos que todo el público cumpla plenamente con las cuarentenas, con las pruebas al final del período (de aislamiento), con las vacunas y con el uso de máscaras”, dijo el primer ministro Naftali Bennett.
Israel detectó más de 750 casos de coronavirus por segundo día en medio de un rebrote atribuido a la variante Delta y de alarma entre las autoridades por la posible propagación de la subvariante Delta Plus.
Mientras el Gobierno sigue reacio a nuevas restricciones, autoridades encendieron las alarmas al informar que entre los contagiados hay 51 pacientes infectados con la Delta Plus, una subvariante más contagiosa de la Delta, detectada en Israel hace solo seis días.
El Ministerio de Salud reportó 754 nuevos casos, apenas por debajo de los 760 del día anterior, la cifra más alta desde marzo.
El número de pacientes en estado grave, en tanto, aumentó de 45 a 53 y una persona murió en las últimas 24 horas por el virus, agregó el Ministerio, informó la agencia de noticias DPA.
Israel, con más de 9 millones de habitantes, acumula unos 850.000 contagios de coronavirus y 6.440 muertes.
La emisora Kan informó ayer que el Ministerio de Salud ordenará la secuenciación genética de la cepa que se encuentra en todos los casos graves, dado que buscan rastrear la propagación de la subvariante Delta Plus.
Aún se desconoce mucho sobre esta nueva variante, que tiene una mutación adicional cuya importancia todavía no está clara.
Se cree que la Delta, dos veces más contagiosa que la cepa original del virus, detectada en China a fines de 2019, es responsable del 90% de los casos de las últimas semanas en Israel.
Las autoridades temen que a este ritmo miles de personas entren en cuarentena cada día, lo que causaría enormes daños a la economía e interrumpiría el inicio del ciclo lectivo.
Pese a las preocupaciones, el Gabinete de Covid-19 suavizó el martes las restricciones, acortando la cuarentena a siete días y se negó a respaldar una propuesta del Ministerio de Salud que buscaba reimponer límites a las reuniones.
El Ministerio de Salud busca reintroducir parcialmente el sistema de la llamada Tarjeta Verde para eventos en interiores con más de 100 personas como bodas, espectáculos, gimnasios, restaurantes, cafeterías y lugares de culto.
Según este sistema, las personas que no estén vacunadas o recuperadas del virus no podrán ingresar a esos lugares a menos que se realicen una prueba rápida de virus fuera del lugar o presenten un test negativo realizado en las 48 horas previas.
El primer ministro Naftali Bennett dijo durante la reunión del Gabinete sobre el coronavirus que el Gobierno estaba introduciendo medidas con las que el público puede vivir.
“Esperamos que todo el público cumpla plenamente con las cuarentenas, con las pruebas al final del período (de aislamiento), con las vacunas y con el uso de máscaras”, dijo Bennett.
«Estamos comprometidos a hacer todo lo posible para proteger la salud pública con un impacto mínimo en la vida diaria», dijo, por su parte, el ministro de Salud, Nitzan Horowitz.
En la reunión del Gabinete, los ministros también decidieron establecer sitios de prueba rápida de virus en todo el país.
Después de reducir con éxito el número de infecciones por virus, Israel eliminó en gran medida las restricciones que había impuesto durante el año pasado para frenar la morbilidad.
Sin embargo, con el reciente aumento de casos, funcionarios han vuelto a hablar de la necesidad de reimponer algunas medidas.
Nachman Ash, el exresponsable de la lucha contra la pandemia que asumió el martes el cargo de director general del Ministerio de Salud, dijo en la fecha que el camino a seguir es una combinación de algunas reglas de la Tarjeta Verde y límites a las reuniones.