El Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym), la Cancillería Nacional y las entidades binacionales Itaipú y Yacyretá analizan la posibilidad de una nueva liberación de agua por parte de las represas para aumentar el nivel del río y permitir la navegabilidad por unos días en el río Paraná.
La nueva ventana de agua podría llegar a darse en el mes de julio en caso de que las lluvias acompañen, comentó Esteban dos Santos, presidente del Cafym, en entrevista con La Nación.
El fuerte descenso de los niveles de los ríos Paraguay y Paraná pone en aprietos al comercio exterior paraguayo, cuyo tránsito depende en un 80% de la navegabilidad en los ríos. En ese sentido, Dos Santos indicó que luego de la primera liberación de agua realizada hace unos días, el río Paraná está nuevamente innavegable, en el tramo situado entre la represa Yacyretá y la confluencia del río Paraná y el río Paraguay.
“Toda la carga que está en los puertos del sur no puede salir por vía fluvial. Se tiene que esperar hasta una próxima ventana de agua o trasladarlas por vía terrestre hasta los puertos del río Paraguay”, manifestó.
En ese sentido, el representante del Cafym explicó que la navegación sobre el río Paraguay, al norte de Asunción, es mucho más complicada que al sur. “Actualmente se navega con siete pies de calado (distancia de hundimiento de la embarcación) y para lograr ese calado, se tiene que disminuir casi 45% en tonelaje de carga que toma cada embarcación. Por lo tanto, se está operando con entre el 50% y 70% de la capacidad de transporte de las embarcaciones”, dijo.
La reducción de la capacidad de transporte de las embarcaciones genera una pérdida para el sector de transporte fluvial y un sobrecosto para los que importan o exportan productos en Paraguay. En caso de las exportaciones de productos agrícolas, ese sobrecosto normalmente es trasladado al productor, que finalmente recibe una menor paga por su producción. LA NACION