La complicada situación de navegabilidad del río Paraná hizo que la Cancillería negociará y solicitará a las hidroeléctricas Itaipú y Yacyretá la apertura de sus compuertas para generar la denominada “ventana de agua”, la cual está siendo utilizada para el transporte fluvial de unas 78 barcazas con 125.000 toneladas de soja.
Al respecto, Juan Carlos Muñoz, representante del Centro de Armadores Fluviales, señaló que dicha operación tendrá su pico entre el jueves y viernes de esta semana, cuando la mayor cantidad de barcazas avancen hasta el sitio de salida que es al pie de la represa.
“Desde el sábado pasado comenzaron a moverse las barcazas que teníamos en el sitio de salida. Salió una, el domingo otras y ahora tenemos tres en curso y faltan otras que deberán iniciar sus operativos en breve con el objetivo de bajar todas las barcazas al pie de represa y a partir del jueves con esa mayor afluencia hacer el tramo entre muelle hasta los puertos del Río de la Plata. Probablemente la mayoría quede en Rosario o en puertos aledaños,” explicó.
Acotó que la situación se ha vuelto crítica porque no hay agua en todo el curso del río Paraná, en la zona de Brasil y habrá que trabajar en otras rutas logísticas y otros destinos, indicando que algunas barcazas están paradas incluso hace más de 60 días con la mercadería adentro.
“Lamentablemente este año, hidrológicamente es mucho peor al 2020, cuando tuvimos el récord de bajada en los últimos 50 años. Hay que recordar que el año pasado tuvimos tres ventanas de agua similares a está, pero este año la gente de las hidroeléctricas han sido muy claras con nosotros en el sentido que se abrirá solo esta ventana y nada más. Es la realidad con la que tenemos que enfrentarnos y ver con qué nos encontramos más adelante ya que según los meteorólogos de la región el fenómeno de la Niña que provocaba estas sequías ha desaparecido y estamos en un periodo neutro y esperamos que de ahora en más venga el agua”, dijo.
Muñoz añadió que la realidad es que no hay agua, explicando que existen más de 30 represas arriba de Itaipú que están con un mínimo de agua y algunas por debajo de ese margen.
“Es muy difícil de que se pueda tener una segunda ventana de agua, las condiciones hidrológicas no están dadas por lo menos al corto plazo. Según los expertos esta situación cambiaría a finales de junio e inicio de julio. Ahí se podría ver alguna leve oportunidad de tener otra ventana de agua, pero desde las hidroeléctricas descartan dicha posibilidad”, aseveró.
Recordó que el año pasado los navieros dejaron de facturar alrededor de 100 millones de dólares. “Un plan B sería traer todo lo que se puede por el río Paraguay y lo que no se venderá al Brasil; probablemente vamos a terminar de sacar todas las exportaciones en setiembre, octubre, con una demora de varios meses, en materia operativa. Cambiar la logística vía río Paraguay son 21 dólares más por tonelada. Cualquier alternativa fuera de su vía habitual genera sobrecostos”, finalizó. LA NACION