El acusado quiso devolverle al animal ya muerto, pero la doña se negó a aceptarlo. La mujer sospecha que el vecino también le robó dos gallinas.
Una enorme desesperación se apoderó de doña María Ocampos, de Capiíbary (San Pedro), esta mañana, luego de que no encontrara en ninguna parte a su pato. Lo buscó por toda su casa, pero no había ni huellas de él, por lo que decidió preguntarle a sus vecinos si no lo vieron, en una esas se encontró con una gran sorpresa.
Cuando llegó a la casa de Bernardo Martínez, su vecino, se llevó la desagradable sorpresa de que su patito, ya estaba siendo desplumado, a punto de ser lanzado a una enorme olla de agua caliente. En medio del susto y la rabia, la doña le reclamó al hombre, quien sin dudar le dijo que no era su pato, pero luego aceptó que sí lo era y que le iba a pagar por su carne.
“Pudimos ver cuando el hombre estaba desplumando el pato de mi cuñada sin tener ni un poquito de vergüenza. Como sin nada estaba faenando encima de una mesa en el patio de su vivienda, ahí decidimos rescatar de su poder ante que sea cocinado”, relató a Info Capiíbary San Pedro, Elvio Torres, cuñado de la afectada.
Incluso, el vecino quiso devolver al pato ya muerto a su dueña, pero esta no aceptó. Al final, el acusado le ofreció G. 35.000 por el animal. Así también, la doña pilló que Martínez también le habría robado dos gallinas el sábado mientras fue a saludar a su mamá por el día de las Madres. Extra