El medidor de dióxido de carbono (CO2) arrojó altos niveles de concentración en los colectivos con gran cantidad de pasajeros que viajaban con las ventanillas cerradas. Este hecho preocupa a las autoridades sanitarias, ya que el contagio por COVID-19 se puede dar con más facilidad. Sin embargo, la realidad demuestra que los buses van repletos de pasajeros, especialmente hora pico a raíz de las reguladas.
La Dirección de Vigilancia de la Salud recomendó abrir las ventanillas de los colectivos durante los viajes, ya que es imprescindible para mitigar el contagio por COVID-19.
De acuerdo a las mediciones de dióxido de carbono (CO2) realizadas recientemente, muestran que en los transportes públicos se reportan los niveles por encima del umbral recomendado de 1.000 partes por millón (ppm) durante los trayectos con las ventanillas cerradas.
En el primer viaje dentro de un colectivo con aire acondicionado, ventanillas cerradas y solo con 8 pasajeros, en poco tiempo se registró un rango de 1.224 ppm de CO2, fuera de lo permitido. Se procedió a abrir una de las ventanillas y el nivel de dióxido de carbono comenzó a descender.
En otro recorrido, también bus con aire acondicionado, ventanillas cerradas pero con 30 pasajeros a los 7 minutos, el dispositivo reportó una alarmante concentración de CO2. En este caso, no pudieron abrir las ventanillas porque todas estaban selladas.
Por otra parte, en un colectivo con 23 pasajeros (todos sentados) pero con las ventanillas abiertas durante un viaje de 45 minutos, el medidor de C02 arrojó un nivel de 510 ppm. Sin embargo, comenzó a elevarse cuando una pasajera se sacó el tapabocas para hablar por teléfono.
Por consiguiente, Vigilancia de la Salud instó a realizar los viajes con las ventanillas abiertas, utilizar correctamente el tapabocas y evitar conversar, comer, tomar tereré o mate durante el trayecto.
Los transportes públicos son considerados uno de los focos más altos de contagios debido a la aglomeración de personas en un espacio reducido.
No obstante, colectivos llenos se observan en todas las calles de Asunción y área metropolitana, especialmente hora pico, subiendo pasajeros más de lo que permite la medida sanitaria establecida por la pandemia, que es solo hasta 16 personas paradas.
La regulada de buses se podría considerar hasta criminal, ya que además del tema sanitario, los usuarios deben esperar incluso horas hasta poder abordar una unidad.