El rubro inmobiliario atraviesa una realidad distinta a otros sectores económicos que sufren los embates de la crisis económica en medio de la pandemia por COVID-19 en el país. La inversión no se detuvo pese a la estricta cuarentena, según expertos del área. La realidad indica que la ciudadanía necesita de un techo para vivir, por lo que alquileres y ventas de inmuebles continúan a la orden del día.
Especialistas en el rubro señalan que existe una mayor aceptación de departamentos que anteriormente no se registraba entre la población. Una de las razones es el alto costo de terrenos y casas, especialmente en la capital del país. En consecuencia, se busca adquirir un inmueble a través de cuotas a largo plazo o al contado en ciudades aledañas a Asunción.
“Antes buscaban solamente casas, ahora la gente busca departamentos. El motivo principal es el aumento del costo de los terrenos, hay muchos lugares donde están sobrevalorados. Para mí, una ciudad modelo es Lambaré, que está ubicada en el medio de todo, Luque también, aunque mermó mucho más por el tema de la sobrevaloración de las propiedades, mientras que Asunción tiene muchos limitantes”, manifestó Luis Martínez, titular de Jóvenes Inmobiliarios del Paraguay (JIP).
Inversión extranjera
También sostienen que el rubro se nutre de los inversores que llegan de países limítrofes, especialmente de Argentina; sin embargo, se encuentran con trabas para poder adquirir inmuebles.
“Tenemos mucha inversión que viene de afuera, pero también muchas limitaciones para que los extranjeros puedan habilitar sus cuentas. Hay muchas trabas en ese sentido, pero se sigue desarrollando por la buena recepción que se tiene. El extranjero que quiere invertir es una persona con bienes o dinero ya consolidado y quiere invertir en ladrillos, que es mucho más rentable que un banco”, expresó Martínez.
Sea paraguayo o extranjero, la persona que realiza una inversión “en ladrillos” lo hace porque considera que resulta más rentable que depositar dinero en un banco. Martínez manifestó que entre octubre y noviembre del año pasado se registró un buen movimiento de ventas en cuanto a inmuebles.
Sin embargo, entre enero, febrero y marzo la realidad fue distinta, ya que califica que son meses escasos en ventas, a pesar que desde abril se va regularizando. “Entre julio y octubre es la temporada alta de ventas, se va estabilizando y la gente tiene mayor seguridad o espera pagar con su aguinaldo. En Hacienda o en los entes bancarios hay doble aguinaldo”, sostuvo.
El emprendedor señaló que al costo actual de un terreno ubicado en Asunción se tiene la posibilidad de comprar un dúplex en Lambaré. Asimismo, considera que se deberían regular los exorbitantes precios de venta de inmuebles en algunas zonas de Asunción.
Zonas requeridas en Central
“Lambaré es una zona muy requerida, en Asunción se pide más inmuebles en barrio Jara y Las Mercedes, barrios que están situados entre el casco nuevo y casco antiguo de la capital. Anteriormente era Villa Morra, pero por los costos la gente se interesó en barrio Jara. Luque venía bien, pero por la inseguridad decayó bastante”, dijo Martínez.
Indicó que las personas aceptan aún más adquirir departamentos que casas, incluso entre el sector de adultos mayores, que sostiene que ofrecen a la venta sus propiedades para luego comprar un departamento en un edificio. “La cuota de riesgo principal para la compra de una propiedad es que se devalúe de acuerdo a la calidad y la ubicación”, explicó. La Nacion