Diversos medios de comunicación se hacen eco de la prohibición de ingreso a paraguayos a playas específicas del litoral de los estados de Paraná y Santa Catarina, en Brasil, ante las barreras sanitarias que exigen test PCR negativo al COVID-19, luego del toque de queda y confinamiento, es decir un cierre total, que se declararon en esta zona del país vecino. Allí, las autoridades municipales realizan fiscalizaciones de manera aleatoria.
Las barreras sanitarias se colocan específicamente en zona de las playas de Matinhos, Guaratuba y Caiobá, en Paraná, para impedir el ingreso de visitantes, pero principalmente a turistas extranjeros. En su mayoría son turistas paraguayos los afectados debido a la cercanía del litoral brasileño con Asunción. La mayoría tuvo que dar marcha atrás y buscar otras playas, informó el portal La Voz de Cataratas, de Argentina.
Señalan que gran parte de los afectados se trasladó sin antes confirmar si se puede o no ingresar a ciertas playas debido al toque de queda decretado en Santa Catarina y cierre total de ciudades de Paraná como lo son Matinhos, Guaratuba y Caioba. Mientras que el ingreso a las playas de Ingleses, Canasveiras en Florianópolis, además de Camboriú y Bombinhas, se permiten los días de entre semana, no así los sábados y domingos, hasta el próximo 8 de marzo, debido al toque de queda.
El gobernador del estado de Paraná, Carlos Ratinho Massa Junior, ordenó el “lockdown” (confinamiento) que se extenderá hasta el próximo 8 de marzo. Ya en Foz de Yguazú, al cruzar el Puente de la Amistad, se desarrolla la denominada Operación Intrafronteira a quienes se les exige el hisopado negativo con al menos 72 horas, de acuerdo al portal H2Foz.
Ratinho Junior, anunció que sólo funcionarán los servicios esenciales, es decir, farmacias, hospitales, supermercados, veterinarias, puestos de servicio, entre otros. Además, amplió su toque de queda entre 20:00 y 5:00 a partir del pasado viernes, tras anunciar que ese estado pasa “por el peor momento de la pandemia”. Mientras que en Santa Catarina envían pacientes internados en terapia intensiva a otros estados ante la ocupación total de camas por casos graves de COVID-19.
Varios gobernadores y alcaldes de Brasil anunciaron nuevas restricciones para evitar el colapso sanitario ante el repunte de la pandemia del coranavirus, que ya deja más 257.000 muertos. El presidente Jair Bolsonaro sigue relativizando la gravedad de la crisis y promoviendo aglomeraciones, como la divulgada en sus redes sociales el último viernes en un acto oficial en Ceará, noreste de Brasil. LA NACION