La inspección que la Superintendencia de Bancos (SIB) realizó al Banco Nacional de Fomento (BNF) y que valió un sumario administrativo ordenado por el Directorio del Banco Central del Paraguay (BCP), detalla las diferentes inconsistencias detectadas por esta dependencia en las cuentas de Darío Messer y empresas conexas dentro del banco estatal.
Las informaciones expuestas a continuación se desprenden del reporte que la SIB puso a disposición de los directores de la banca matriz. Entre los principales aspectos, el análisis revela que para las cuentas vinculadas a Messer, habilitadas entre los años 2011 y 2018, casi siempre se establecieron límites operativos autorizados (LOA) por encima del perfil que se podía trazar con base en las documentaciones de los supuestos ingresos del cambista.
En el caso específico de las cuentas de Darío Messer, el Banco de Fomento al inicio le fijó un LOA de G. 6.000 millones, pese a que aparentemente no contaba con la documentación que respalde la situación económico-financiera del cliente. Luego el límite fue bajando, pero siempre hubo un desfasaje con relación a los papeles en poder de la entidad bancaria.
Algo similar ocurrió con las cuentas de la empresa Matrix Realty SA, que pasó de un LOA inicial de G. 75.000 millones en 2011 a uno de G. 9.965 millones en 2018, monto que sí fue establecido con correspondencia, según la SIB. En cuanto a Chai SA, otra firma relacionada con Messer que fue cliente del BNF, el límite inicial fue de G. 72.000 millones, que luego bajó a G. 36.162 millones, siendo este último monto el que pudo justificarse.
Los datos que se observan en el informe de la Superintendencia de Bancos sobre Matrix y Chai evidencian que se fijaron LOA excesivamente altos y de forma irregular, teniendo en cuenta además que ninguna empresa tuvo ventas en el ejercicio 2011, situación que se extendió hasta el ejercicio 2012 en el caso de Chai.
EXCESOS. El hecho de que los topes operativos de Darío Messer y sus empresas hayan sido elevados no impidió que existieran operaciones por encima de lo permitido. En ese sentido, siempre de acuerdo con las informaciones recabadas por la SIB, Messer, Matrix Realty y Chai registraron excesos por un total de G. 222.164 millones.
Esto, conforme al descargo del Fomento que se puede leer dentro del documento de la Superintendencia, motivó al banco estatal a elevar diferentes reportes de operaciones sospechosas (ROS) ante la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad). En total, fueron siete los ROS emitidos entre 2015 y 2018.
Sin embargo, el mismo informe de la SIB señala que los reportes sobre las operaciones no aclaran muchas de las aparentes irregularidades observadas por la dependencia del Banco Central. Por ejemplo, los ROS de 2015 –asegura el escrito de la Superintendencia– no hacen alusión al origen de los fondos que fueron depositados en las cuentas por empresas que no tenían vínculo comercial suficientemente probado con Messer, desde lugares como las Islas Vírgenes Británicas o Luxemburgo, entre otros.
Según los datos, los ROS de 2015 guardan relación con las operaciones de Matrix y Chai con la casa de bolsa Puente, mientras que los de 2018 hablan de aspectos referidos en medios de prensa y la intención de efectivización de un cheque por parte de Juan Pablo Jiménez Viveros, documento que estaba a nombre de Chai y con la firma de Darío Messer.
Banco estatal asegura que no encubrió a ningún cliente
Última Hora intentó una entrevista con Carlos Florentín, actual titular del Banco Nacional de Fomento (BNF), para que explique la versión de la entidad sobre las observaciones que realizó la Superintendencia de Bancos en su inspección; no obstante, no respondió a los mensajes enviados a su celular.
El Fomento emitió un comunicado sobre el sumario que fue ordenado por el BCP, asegurando –entre otros puntos– que no encubrió a ningún cliente y que los elementos que fueron expuestos para la apertura del procedimiento administrativo no implican un veredicto la responsabilidad de la persona jurídica. UH