La Dirección de Vigilancia de la Salud informó a la ciudadanía que inició la temporada de mayor riesgo debido a la cocirculación del Dengue y del COVID-19. En tal sentido, instan a no relajar las medidas sanitarias, a eliminar los criaderos de mosquitos, y al personal de salud, establecer un diagnóstico diferencial de casos de enfermedad febril aguda.
La persistencia de casos de dengue por encima de lo esperado en las zonas endémicas y el inicio de la temporada de verano, representará un gran desafío para la población y para los sistemas de salud que tendrán que responder a eventos de riesgo a la salud pública concomitantes
La circulación de ambas enfermedades coloca al sistema de salud en alerta y a endurecer las acciones de control y prevención, teniendo en cuenta que existe el riesgo que una misma persona pueda adquirir ambas patologías.
Aunque estas enfermedades puedan compartir algunos síntomas, se insta al personal de salud, considerar tanto el dengue como el COVID-19 en el diagnóstico diferencial de casos de enfermedad febril aguda.
La mayoría de las personas con dengue y COVID-19 se enferman levemente y pueden recuperarse en la casa; los síntomas generalmente duran unos pocos días, y las personas tienden a sentirse mejor después de una semana.
Resaltan que, tanto el dengue como el nuevo coronavirus, pueden causar enfermedad grave, y puede incluso presentar complicaciones y desenlace fatal. Sin embargo, el manejo clínico de ambas enfermedades en cuadros graves es bastante diferente y a menudo requiere atención hospitalaria.
Desde la Dirección de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles advierten que cualquier persona y de cualquier edad puede enfermarse gravemente con ambos virus. Aunque es más probable que ambas infecciones causan complicaciones en los adultos con enfermedades de base, como la diabetes y las enfermedades cardíacas.
Pueden presentarse complicaciones tanto para el dengue como el COVID-19 antes de que se reciban los resultados de las pruebas, por lo que el cuadro clínico debe guiar el manejo clínico.
El manejo clínico de las personas cuyo cuadro se agrave con cualquiera de estas dos enfermedades es bastante diferente, y a menudo requiere atención hospitalaria.
SIGNOS DE ALARMA
Con el dengue se presenta vómitos incoercibles, hemorragia de mucosas, dificultad respiratoria, letargo, inquietud, hipotensión postural. En esta fase crítica los signos de alarma pueden aparecer y generar un deterioro clínico rápido que puede darse dentro de 48 horas después de la defervescencia (entre 3 y 7 días después del comienzo de la fiebre).
Mientras que con el COVID-19, la persona afectada manifiesta dificultad para respirar, dolor o presión en el pecho, confusión, incapacidad para despertarse o permanecer despierto, labios o cara azulados.
Por último, piden a la ciudadanía en general a no relajar las medidas sanitarias y a eliminar los criaderos de mosquitos. Hoy