Agentes policiales de varias comisaría destruyeron ayer una hectárea de marihuana que se encontraba en etapa de crecimiento distribuidas en unas parcelas fueron destruidas e incineradas en el lugar bajo autorización del fiscal de San Estanislao Rubell Benítez López.
Los cultivos estaban en la comunidad indígena denominada Palomita II, a escasos 5 kilómetros de la ruta PY03, según los intervinientes.
Se calcula que los nativos alquilan las tierras a los cultivadores de marihuana o son directamente contratados para el efecto, sospechan los intervinientes. Estuvo al frente el comisario Catalino Martínez, jefe de servicio, suboficial principal Félix Peralta, el suboficial principal Claudio Rodríguez del Departamento Antinarcóticos, base Santaní.