El Gobierno francés indicó hoy que no se podrán celebrar ceremonias religiosas públicas hasta diciembre, aunque los lugares de culto se mantienen abiertos para el rezo individual.
El primer ministro francés, Jean Castex, se reunió hoy telemáticamente con los representantes de las distintas confesiones religiosas del país, a los que transmitió esa disposición, en un momento en que se han sucedido concentraciones de creyentes cristianos a la entrada de algunos templos para reclamar la reanudación de las ceremonias.
Tras ese encuentro, el gran rabino de Francia, Haïm Korsia, declaró a la cadena BFM TV que podrán reanudarse las celebraciones “a principios de diciembre”, en una fecha todavía por decidir, y ante la que se está preparando ya un protocolo sanitario para minimizar los riesgos de contagio de coronavirus.
El segundo confinamiento en Francia, que comenzó el pasado 30 de octubre y que durará de momento hasta el 1 de diciembre, estableció que aunque los lugares de culto podían seguir abiertos se prohibían las celebraciones en su interior, a excepción de los funerales, siempre que no contaran con más de 30 asistentes.
“Todavía no podemos rezar juntos. Es un sacrificio que debemos aceptar”, dijo Korsia.
Este fin de semana grupos de católicos se manifestaron en diversas ciudades francesas, como Nantes o Lyon, para protestar contra la prohibición en vigor.
La jerarquía católica, sin embargo, ha insistido en la necesidad de respetar las consignas oficiales: “Hay que ser pacientes”, indicó ayer, domingo, en la emisora France Info el administrador apostólico de la archidiócesis de Lyon, Michel Dubost.
Entre quienes también ha reclamado la reanudación de las celebraciones religiosas está la líder ultraderechista Marine Le Pen.
“El ejercicio del culto es para gran parte de nuestros compatriotas, sea cual sea su religión, un apoyo importante en este momento de fuertes tensiones y de grandes angustias para muchos”, dijo Le Pen.
El ritmo de contagios diarios de covid-19 en Francia, que llegó a un récord de más de 60.000 hace apenas una semana, está descendiendo de forma significativa por efecto del confinamiento y este domingo rondó los 27.000 casos.
El Gobierno todavía no ha precisado en qué condiciones se celebrarán la Navidad y el fin de año, pero Castex sí ha avanzado que no podrán organizarse grandes reuniones familiares ni fiestas multitudinarias. EFE