Sobre el comercio ilegal de semillas, que llevó a una confrontación entre productores y mejoradores de variedades, el ministro de Agricultura y Ganadería, Santiago Bertoni, dijo que el Gobierno debe hacer estudios para determinar la cantidad de uso de simientes de forma ilegal y adecuar la normativa hacia una mayor transparencia de los mercados.
“Es un tema que hay que prestarle su debida atención, si bien la ley te permite guardar tu propia semilla, no te permite venderla”, recordó el secretario de Estado.
Es en este punto donde hay una discrepancia entre los agricultores que dicen que la mayoría las cultiva en sus campos y los obtentores –que son los que trabajan para mejorar la sanidad y calidad de la semilla– que mencionan que en realidad ocurre lo contrario; es decir, que casi todos los productores venden sus reservas de semillas y que incluso hay empresas que se dedican a este ilícito.
El Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas, dependiente del MAG, es el ente regulador. Para su titular, Rodrigo González, es un desafío implementar un registro de uso propio de semillas para controlar el comercio ilegal, pero que esto solo se lograría con la cooperación de los productores.
Bertoni, por su parte, insistió en la modificación de la normativa vigente, aunque reconoció que es un proceso que lleva años, de acuerdo con la experiencia de países de la región.
“Hay que modernizar nuestra Ley de Semillas de manera también que sea más fácil adecuarse a ella y también tenemos que incentivarles a los productores que quieran producir semillas que cumplan con todos los requisitos exigidos por la ley, de manera que se vaya transparentando toda esta situación, que es realmente complicada, de manera que el productor tenga material de buena calidad y que se pueda paralelamente ir fortaleciendo lo que es la industria de semillas”, agregó.
REACCIÓN DE SOJEROS. Ante las publicaciones de ÚH, sobre el impacto del mercado negro de las semillas, la Asociación de Productores de Soja (APS) manifestó que está en contra del uso de semillas de origen ilegal, pero defiende el uso propio avalado por ley, al mismo tiempo que valora el trabajo de mejoramiento genético.
“Desde la APS se viene trabajando de cerca con los obtentores y productores de semillas para establecer un marco armónico en donde se reconozca la propiedad intelectual por el desarrollo de estos germoplasmas de alto rendimiento y de buena calidad”, refirió en un comunicado.
En ese sentido confía en acuerdos entre los actores de la cadena productiva para el fortalecimiento de una sana competencia en la provisión de variedades mejoradas y que el agricultor siga produciendo el material para uso propio. UH