El diplomático entiende que empresarios paraguayos quieran vender al gran mercado asiático, pero dice que es inaceptable que China les condicione que Paraguay rompa para ello las relaciones con Taiwán.
Como nunca antes se ha instalado en el país una campaña a favor de la apertura de una Oficina Comercial de Paraguay en la República Popular de China o China Continental. Esta vez, la petición está encabezada por organizaciones de gran porte como la Unión de Gremios de la Producción, la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne, entre otras, y ha llegado hasta la Cancillería Nacional, que, por su parte, no ve necesario dar ese paso para aumentar el intercambio comercial con el país asiático, colocando al Gobierno Nacional en una situación incómoda, puesto que Paraguay mantiene relaciones diplomáticas con la República de China (Taiwán) desde hace 62 años, y no con la llamada República Popular de China.
–¿Cómo analiza el que los gremios productivos del país se hayan manifestado al unísono a favor de la apertura de una Oficina Comercial en la República Popular de China, y que inclusive lo hayan solicitado oficialmente a la Cancillería Nacional?
–Coincido en que ahora hay más interés y que tienen más ganas de lograr ese propósito. Hay unos dirigentes gremiales, sobre todo, del sector cárnico, interesados en exportar sus productos al mercado chino. Bueno, diría que tienen el legítimo derecho, puesto que los empresarios y comerciantes tienen que preocuparse por sus negocios.
Sin embargo, el tema se puede analizar desde diferentes ángulos: Uno es que, en realidad, no existe impedimento alguno para el comercio bilateral entre Paraguay y China Continental. Paraguay importa productos chinos por un valor grandísimo, de 3.800 millones de dólares. Acá en Asunción hay muchísimos productos “made in China” y, sin embargo, cuando los empresarios paraguayos quieren vender productos a China, las autoridades chinas ponen condiciones muy poco razonables, y fuera de lugar.
–¿Por ejemplo?
–Una de ellas es que primero rompa relaciones con Taiwán. Eso no se trata de comercio, de negocio, sino de una extorsión, un chantaje político y creo que eso es inaceptable. Sobre todo para un país libre, democrático y con mucha dignidad como Paraguay. No es aceptable.
–¿Cuáles son otros puntos de vista para el análisis?
–Bueno, desde el punto de vista más técnico, existe un organismo internacional que regula el comercio internacional, que es la Organización Mundial del Comercio (OMC), la cual establece protocolos, normas, que los actores de la comunidad internacional deben respetar.
Según este organismo, no está permitido que un país ponga condiciones de carácter político, exigiendo a otro que rompa relaciones con otra nación o tome unas medidas de carácter político. Eso no está aceptado.
Entonces, lo que sabemos es que China Continental busca aprovechar la situación económica complicada, pero coyuntural, porque el presente año ha sido difícil para el Paraguay. Sabemos bien, pero esta situación pasará, al observar que en los últimos 15 años Paraguay ha logrado un crecimiento económico sostenido. Las dificultades actuales pasarán y el país volverá a la normalidad. Por lo tanto, pienso que los empresarios, sobre todo cárnicos y sojeros, no tienen necesidad de tomar esa decisión tan drástica.
–¿Qué otro aspecto observan a propósito del pedido de abrir una oficina comercial de Paraguay en China Continental?
–Según mi conocimiento, la Cámara de Diputados ha invitado a alto funcionario de Cancillería para que les informe acerca del análisis y posición del Gobierno Nacional respecto al tema y, según lo que se publicó al respecto, la Cancillería no encuentra necesario abrir esa oficina, por las razones que les acabo de señalar.
–Usted identifica al sector cárnico y sojero como los interesados e impulsores del tema. Sin embargo, son varios sectores productivos y también legisladores. Es decir, son muchas más voces que acompañan la idea, incluyendo políticos.
–Es cierto y, según nuestro conocimiento, algunos diputados y algunos senadores también son empresarios. Eso es cierto.
Además, algunos senadores, algunos diputados, en su campaña electoral contaron con apoyo económico y político de los empresarios. Por lo tanto, es lógico que ellos se expresen en nombre de los empresarios. No se puede descartar que los mismos diputados y senadores tengan su propio argumento.
Tal vez algunos piensen que una relación más estrecha con China sería más beneficiosa para el Paraguay. Respeto sus argumentos, porque Paraguay es un país libre y democrático.
–¿Sin embargo…?
–Sin embargo, desde nuestro punto de vista, tenemos que aclarar que aunque China Continental nunca deja de intimidarnos a nosotros con maniobras militares en la cercanía de Taiwán para tratar de asustarnos, para amenazarnos, y en el ámbito internacional, en los últimos 3 años ellos nos han quitado 7 aliados diplomáticos, ha sido nuestro mayor socio comercial y viceversa. Taiwán ha sido uno de sus principales socios comerciales.
En las últimas 7 décadas, a partir de 1949, cuando el generalísimo Chiang Kai-shek se trasladó desde el continente chino a Taiwán, hasta hoy día nunca hemos tenido una oficina comercial en China Popular, ni el Gobierno de China Continental ha establecido una en Taiwán. Aún así, somos respectivamente principales socios. Entonces, ¿para qué se necesita la oficina comercial?
Por otro lado, Paraguay mantiene relaciones con la mayoría de los países del mundo. Aunque en algunos países no cuenta con oficina comercial ni embajada, sin embargo, con muchos países con los que mantiene relaciones diplomáticas y manda misión diplomática no tiene mucho negocio e intercambio comercial. Por tanto, tener oficina o embajada no tiene que ver con el volumen de comercio.
–¿Es hoy una realidad la ruptura del statu quo acordado entre China Continental y la República de China (Taiwán)?
–En realidad, según nuestra perspectiva, el statu quo no está roto; se mantiene. Nosotros no hemos cambiado ninguna postura con respecto a China. Lo que molesta a China Popular es que Taiwán busque formalmente la independencia. Pero no lo hemos hecho.
Ellos insisten en que Taiwán es de origen chino, tiene cultura china, etc., y en que el nombre oficial de nuestro país es República de China, y lo es, nunca se ha cambiado. El único cambio es que después de República de China, se escribe entre paréntesis Taiwán. Existe una República de China en Taiwán y también existe otra, en el continente. Eso nadie puede negarlo.
–O sea, ¿una China, dos sistemas?
–Eso es lo que ellos buscan: Un país, dos sistemas. Pero a nosotros no nos conviene eso. Insisto, no hemos roto el statu quo.
–¿Y ellos?
–Ellos, sí. Desde 2016 comenzaron a atacarnos diplomáticamente.. Nos quitaron aliados, rompiendo la tregua diplomática que rigió desde el 2009 y según la cual ninguna de las partes debía quitar aliados al otro.
Los empresarios no tienen necesidad de tomar esa decisión tan drástica (por la Oficina Comercial en China). Tener oficina o embajada no tiene que ver con el volumen de comercio.
En Asunción hay muchos productos ‘made in China’ y, sin embargo, cuando los empresarios paraguayos quieren vender productos a China les ponen condiciones fuera de lugar. UH