Buenos Aires.- El medio argentino Infobae.com destaca los trabajos de años que viene realizando el Paraguay en materia financiera e institucional para seducir a inversores extranjeros y conseguir créditos a bajas tasas de interés.
Fue un trabajo de años. Y no fue fortuito, ni mágico. Paraguay dedicó mucho tiempo a intentar insertarse en el contexto financiero internacional donde finalmente el país latinoamericano logró ser un caso atractivo para los mercados mundiales, expresa.
Menciona, sin embargo que el proceso de Paraguay no fue fácil ni automático. Requirió varios años hasta que sus finanzas estuvieran ordenadas y prolijas y el gobierno mostrará verdaderos signos de cambio hacia los estándares exigidos por los organismos multilaterales de crédito. Pero además, debía evidenciar transparencia en dos ejes que resultan fundamentales para quienes compran deuda: lavado de dinero y lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
El gobierno de Asunción tenía pésimos récords en estas materias. Desde que en 2008 ingresara en la “lista gris” del Grupo de Acción Financiera Internacional contra el Lavado de Dinero(GAFI, FATF, por sus siglas en inglés) por un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) que su situación se agravó. En ese informe, el organismo reprochaba a Paraguay las “importantes lagunas” respecto a “los riesgos en Lavado de Dinero (LD) y Financiamiento del Terrorismo (FT), tanto en el sector público como en el privado. El país está lejos de alcanzar la mayoría de las recomendaciones de GAFI”.
También ponía el foco en el “cuantioso contrabando existente en las fronteras con Argentina y Brasil (que) facilita el lavado de dinero en Paraguay”, relata Infobae.com
También el Fondo Monetario reprochaba a Paraguay su falta de tenacidad en la lucha contra el terrorismo. En ese sentido, el organismo de crédito hace referencia a las “cantidades de dinero que son enviadas periódicamente a Medio Oriente tanto a través de transferencias cablegráficas y otros medios informales”. En numerosas investigaciones periodísticas, Infobae explicó cómo funcionaba la ruta del dinero entre la Triple Frontera (y América Latina en general) y el grupo terrorista Hezbollah, cuyos miembros operan en la región.
Hacia 2008, incluso, Paraguay tampoco contaba con una legislación pertinente que le permitiera sancionar a aquellos que financiaran actividades terroristas. “No tiene disposiciones específicas que permitan congelar fondos de terroristas u otros activos de las personas y entidades jurídicas designadas”.
El ex presidente Federico Franco aprobó el “Plan Estratégico del Estado Paraguayo en su Lucha contra el Lavado de Dinero, el Financiamiento del Terrorismo y la Proliferación de Armas de destrucción Masiva”. Firmado el 11 de junio de 2013, el decreto del Poder Ejecutivo permitiría al país sanear su imagen en el exterior y conseguir que los mercados depositaran su atención en ese territorio desconocido para la mayoría del globo.
Para lograr el plan integral, Franco no sólo convocó a sus hombres de confianza, a todos los ministros y a los mejores técnicos que tenía disponibles la nación. También hizo partícipe del proyecto al sector privado. Fue así como la Asociación de Bancos del Paraguay, la Asociación de Casas de Cambios, la Asociación Paraguaya de Compañías de Seguros, la Asociación de Entidades Financieras, el Colegio de Contadores de Paraguay, la Cámara Paraguaya de Empresas Inmobiliarias y el Colegio de Escribanos del Paraguay fueron instituciones que contribuyeron desde su perspectivas a optimizar el plan trazado por el gobierno.
El ambicioso proyecto tenía el apoyo, además, del Banco Central de Paraguay, la Unidad de Información Financiera de Paraguay (UIF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Monetario Internacional. Entre las misiones que se propuso el plan “interinstitucional”, Asunción buscaba “afianzar el prestigio e imagen del país ante la comunidad internacional” y “proteger la reputación del sistema financiero y de la economía”.
En el texto se enumeran además los “esfuerzos” que realizó Paraguay para salir de la “lista gris” impuesta por el GAFI que le impedía la llegada de inversiones genuinas. La reforma en el Código Penal, la llegada de comisiones internacionales de la OEA para fiscalizar los avances en la lucha contra la corrupción, también medidas tendientes a mejorar la lucha contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo. El trabajo conjunto con oficinas del GAFI y el Fondo fueron clave para acelerar los procesos y dejar atrás la temida “lista gris”. En diciembre de 2012, cuatro años después de haber ingresado, el “Pleno de GAFI removió a Paraguay de ese ranking “por haber cumplido las exigencias” de ese organismo.
Uno de los objetivos que tienen este tipo de regulaciones es atacar el corazón de las bandas delictivas internacionales. Paraguay entendió a la perfección que debía “privar a las organizaciones criminales y terroristas (de su) patrimonio -muchas veces cuantioso- para desarrollar sus actividades y afianzar su poder en territorio nacional, regional o global”.
En la oferta de la colocación de deuda de mil millones de dólares a treinta años, el memo descriptivo hizo referencia a las innumerables medidas que Paraguay había ejecutado en los últimos años “contra el lavado de dinero destinado a financiar el terrorismo al aprobar una importante legislación y el fortalecimiento de sus sistemas de controles y de supervisión”, finaliza el análisis del medio argentino.