Madrid.- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, es responsable directo de la invasión que sufrió la tribu indígena de la etnia Waiapi (estado amazónico de Amapá, al norte del país) y el posterior asesinato de su líder, según considera la relatora de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, Victoria Tauli-Corpuz.
«Cuando Bolsonaro estimula la explotación económica de las tierras indígenas en su discurso, en la práctica otorga un pase libre a los intereses económicos y políticos que quieren explotarlas», declaró la relatora en entrevista telefónica a Efe desde Filipinas.
La muerte del líder Emyra Waiãpi se produjo el pasado 23 de julio y en un primer momento se habló de una posible invasión de trabajadores de la minería, aunque no pudo confirmarse aún.
Cerca de 1.300 indígenas waiapis viven en una región que es rica en hierro, cobre y oro, y que es la única de Brasil donde los nativos tienen autorización para explotar oro de forma sostenible.
«Bolsonaro es directamente responsable, porque es responsabilidad del gobierno proteger la vida de sus ciudadanos. Y Brasil ha firmado todas las convenciones internacionales de derechos humanos que protegen la vida de sus ciudadanos», agregó la relatora de la ONU.
El suceso se produce en medio de los llamamientos de Bolsonaro para «explotar» los recursos minerales de la Amazonia. En declaraciones a periodistas, este lunes, dijo que las reservas indígenas «están impidiendo» el desarrollo del país y que su intención es «regularizar la minería, incluso para los indígenas».
Tauli-Corpuz pidió una investigación de la muerte del líder índígena por las autoridades brasileñas y demandó que los autores del crimen sean llevados ante a la Justicia.
La relatora de la ONU subrayó que «hay inconsistencias» en los pronunciamientos de representantes del gobierno de Bolsonaro y criticó la postura del mandatario brasileño de poner en duda la autoría del asesinato por grupos de interés.
«Es irresponsable decir en este momento que (el asesinato) no fue realizado por otros grupos de interés. ¿Quién lo mató? Los propios indios? Decir eso es insólito», criticó, en respuesta a Bolsonaro, quien había afirmado que no existía «ningún indicio claro» del asesinato del líder indígena.
Tauli-Corpuz también defendió un aumento de la presión internacional, sobre todo de países europeos que importan de Brasil productos como carne y derivados de soja, en un momento en que los países de la Unión Europea (UE) tienen que ratificar el acuerdo de libre comercio con Mercosur.
«Europa, en general, está muy preocupada con los cambios climáticos y con la conservación de la biodiversidad. Eso significa que puede considerar las preocupaciones ambientales y la defensa de los derechos humanos en las negociaciones para la ratificación del acuerdo», precisó Tauli-Corpuz.
Fuentes de la UE subrayaron, a preguntas de Efe, que «la protección de los derechos de los pueblos indígenas está incluida en los principios generales» del acuerdo de libre comercio con Mercosur, así como la «promoción de los derechos humanos y las libertades fundamentales en virtud de la Declaración Universal de los Derechos Humanos».
Para el austríaco Thomas Waitz, del Partido de los Verdes, el tratado de libre comercio entre la UE y Mercosur tendrá mucha resistencia en el Parlamento Europeo, ya que el cambio climático y la defensa de la biodiversidad «son temas que están en el centro del debate político».
«El asunto del cambio climático ha afectado a todos los partidos, no solo a los ‘Verdes’; también a la mayoría de los conservadores. Todos son conscientes de que hay que hacer algo», dijo a Efe, por teléfono, eurodiputado en la última legislatura. «Dudo mucho de que el tratado obtenga mayoría en el Parlamento Europeo tal como está», agregó.
El diputado en el Parlamento español Juan López de Uralde, líder del partido ecologista español Equo y ex responsable de Greenpeace en España, defiende también que la UE «no puede quedarse de brazos cruzados ante lo que está ocurriendo» en la Amazonia.
«La Amazonia es un pulmón global de gran importancia para la estabilidad del clima. Europa no puede mirar para otro lado», afirmó a Efe. «Las declaraciones y las políticas de Bolsonaro son una invitación a la destrucción amazónica», agregó.
Para la directora de investigación de la ONG Survival, Fiona Watson, es competencia de las instituciones que defienden a los indígenas crear conciencia en los consumidores europeos de los crímenes que se producen en la selva Amazónica.
«Creo que si muchos países consumidores de carne y derivados de la soja de Brasil tienen claro que sus productos, a veces, son hechos con el coste de vidas, o de la deforestación de la Amazonia, van a dejar de comprar», argumentó.
Según Watson, el gobierno de Bolsonaro representa la «mayor amenaza a los pueblos nativos latinoamericanos desde la dictadura militar», que el país latinoamericano vivió entre los años de 1964 y 1985.
«Tanto con el gobierno de Bolsonaro, como en el período militar, hubo un intento de integrar a los indios en la sociedad, pero una integración no beneficiosa para los indios, como demuestran muchos estudios en el mundo, sino para el sistema económico. La idea es la de liberar sus tierras para la exploración por sectores como el agropecuario y la minería», terminó diciendo Watson.EFE