La corporación Alphabet Inc, propietaria de Google, es sinónimo de innovación, creatividad y constancia, no solo por la gran cantidad y variedad de productos digitales que ha desarrollado a lo largo del tiempo, sino también por la permanente capacidad de reinventarse y superarse a sí misma manteniendo altos índices de ingresos y rentabilidad.
Aunque Google ha transformado significativamente Internet, estudios recientes han comenzado a demostrar que la organización de Mountain View no solo debe su éxito a la innovación, sino también a un esquema comercial parasitario que obtiene multimillonarios ingresos lucrándose del esfuerzo y trabajo de compañías tradicionales del sector de las comunicaciones y telecomunicaciones.
¿Por qué es parasitario el modelo de negocio de Google?
Un estudio realizado por News Media Alliance ⎯organización que aglutina los principales medios de comunicación escrita e impresa en los Estados Unidos⎯ y que fue difundido y analizado por elObservatorio Latinoamericano de Regulación, Medios y Convergencia – Observacom, evidencia que Google recibió ingresos por más de US$ 4.700 millones en 2018 gracias a las noticias, artículos y opiniones generadas por los sitios periodísticos tradicionales o de referencia que se exponen a través de las búsquedas de Google (Google Search y Google News). También reveló que en el mismo año la cantidad de usuarios únicos mensuales de Google News en Estados Unidos superó las visitas a los portales web de sitios de periódicos como The New York Times, CNN y Huffington Post.
Aunque la metodología del estudio ha sido cuestionado por algunos expertos, independientemente de las cifras expuestas, lo relevante es que pone en evidencia el claro desequilibrio en la balanza de ingresos entre los creadores de contenidos y google.
“El estudio, que analiza cómo Google se benefició de la utilización de las noticias, sostiene que el buscador se vale cada vez más de las noticias Para impulsar el interés e involucramiento de los consumidores con sus productos. De acuerdo con News Media Alliance, en 2008, Google News generaba aproximadamente US$ 100 millones en ingresos para Google. El crecimiento en los ingresos es de 47 veces más al considerar las cifras reportadas en el estudio para 2018.”
Observatorio Latinoamericano de Regulación, Medios y Convergencia: Observacom
Desde una perspectiva legal, Google no estaría violando las normativas de derechos de autor y propiedad intelectual, pues la corporación desarrolla su actividad en Internet como un metabuscador, es decir, que enlaza a los usuarios o internautas con los diferentes portales de noticias sin interferir en el contenido, suplantarlo u omitir el origen de la fuente de la información. No obstante, en este proceso de intermediación entre el usuario y la noticia, Google obtiene millonarios ingresos que en sentido práctico son parasitarios, pues se lucra del esfuerzo creativo e intelectual de terceros, algo que puede ser injusto pero que es bastante común en las economías de mercado.
Esto es similar a lo que ocurre con los campesinos que trabajan durante todo el año para obtener una cosecha, pero quien se lleva las utilidades es el que las comercializa. En ambos casos, la intermediación puede parecer o ser abusiva, pero también puede ser importante para una mejor distribución del bien o servicio ofrecido.
En el caso de Google News, los generadores de contenidos pueden beneficiarse de estar en una plataforma de amplia distribución, que ayuda a potenciar el número de vistas, seguidores y el alcance de la publicación. El problema radica en que Google obtiene por esa intermediación muchos más ingresos que los creadores del contenido. Adicionalmente resulta muy inconveniente la posición hegemónica, casi monopólica, de gran parte del portafolio de servicios de Alphabet Inc, que en muchos campos no posee reales competidores y cuya configuración de algoritmos, puede implicar graves riesgos para la libertad de difusión de la información y para la neutralidad de la red, promoviendo la hegemonía de ciertos contenidos que se podrían denominar “De moda” o “comerciales” en el posicionamiento de los resultados, existiendo siempre la duda de una potencial manipulación informativa y del contenido, que podría amenazar la liberta de expresión globalmente.
En términos simple google posee la capacidad tecnológica, para frenar o promover la difusión de cualquier contenido, es decir que eventualmente podría detener el tráfico hacia un contenido específico que vaya en contra de sus intereses corporativos.
El uso abusivo de las redes de telecomunicaciones
La distribución de contenidos no es la única práctica comercial parasitaria que desarrolla Google, pues el mecanismo de distribución de la totalidad de sus servicios se encuentra amparado en la misma neutralidad de red, gracias a la cual puede utilizar la infraestructura de miles de empresas de telecomunicaciones alrededor del mundo, sin pagar un solo centavo por el usufructo de estas.
En términos simples, una empresa de telecomunicaciones debe invertir mucho dinero en desplegar redes, ya sea alámbricas o inalámbricas, para llevar el Internet hasta el usuario final, un servicio que en teoría le debe permitir al usuario consumir todo tipo de contenidos y servicios originados alrededor del mundo. Este potente concepto a principios de siglo era muy plural, pues ninguna corporación concentraba más del 10% del tráfico total de datos por la Red.
En la actualidad, estadísticas recabadas en los últimos meses por el ingeniero Argentino Juan Ramón García Bish, evidencian que en promedio entre Google, Facebook y Netflix se concentra el 70% del total del tráfico de Internet en un proveedor del servicio. Esto no sería un problema mayor de no ser porque estas tres corporaciones vienen privilegiando los contenidos de video, lo que demandan de manera permanente mayores capacidades de ancho de banda, obligando a las empresas de telecomunicaciones a realizar colosales inversiones para soportar esa demanda, sin que sea posible aumentar los costos del servicio por las lógicas propias del mercado y sin que las tecnológicas de Silicon Valley asuman los sobrecostos.
Un paliativo útil pero insuficiente
Como solución ante el problema de la congestión que generan en las redes, Google, Facebook, Netflix y muchas otras grandes corporaciones han optado por instalar servidores de datos denominados CDN (Content Delivery Network) que disminuyen en gran parte la carga del tráfico internacional aliviando la presión en las redes de las empresas de telecomunicaciones. Sin embargo, este esquema solo beneficia a las grandes corporaciones de las telecomunicaciones, y deja por fuera a los operadores pequeños, especialmente aquellos de origen comunitario, cooperativo y a las WISP (Wireless Internet Server Provider).
Otro riesgo potencial de los CDN es que son instalados discrecionalmente por las corporaciones como Google en los operadores que ellos consideren adecuados, alterando el equilibrio mismo de neutralidad tecnológica de la red al favorecer unos operadores sobre otros, pero sobre todo el mayor riesgo reside en que Google es la dueña del equipamiento que entrega en comodato, pudiéndolo retirar en cualquier momento, lo cual en términos simples podría significa el colapso en el ancho de banda de cualquier empresa de Telecomunicaciones, tema que desarrollaremos más ampliamente en un próximo artículo.
¿Se debe castigar a Google por hacer las cosas bien?
Si bien es clara la actual posición monopólica, dominante y parasitaria de Google, cualquier acción regulatoria de mercado que se tome deberá estar encaminada a buscar un mayor equilibrio y promoción de competencia, sin castigar la innovación, pues finalmente Google ha logrado éxito gracias a su versatilidad disruptiva y es el premio a un trabajo constante y eficiente que de ninguna forma debe desestimularse. Lo que se debe promover desde la regulación es que los ingresos sean distribuidos de forma mas justa para todos los agentes que componen la cadena de valor, promoviéndose una verdadera competencia.
La experiencia mostró hace algunos años como una regulación apresurada y desequilibrada por parte del gobierno español, obligó a que Google decidiera retirar a Google News de España, lo que al final perjudicó a todo el ecosistema de medios Ibericos, pues los mismos periódicos tradicionales no obtuvieron recursos adicionales con dicha medida como lo pretendía la normatividad y por el contrario terminaron perdiendo vistas y usuarios.
En Conclusión, Es importante que el sector en conjunto reflexione y debata sobre prácticas que podrían estar siendo nocivas para el mercado y la cultura. Mas que culpar o atacar a una empresa como Google, lo que debe pensarse es como garantizar que un servicio como Google News o cualquiera similar, retribuya a los generadores de contenidos con algo de los multimillonarios ingresos que obtienen, al tiempo que se promueva mayor transparencia en sus algoritmos y una real desmonopolización del mercado.
Es un asunto que pasa por revisar la lógica de los algoritmos, los modelos de distribución, los costos de infraestructura y los derechos morales, para que finalmente Google o cualquier empresa que desarrolle estos esquemas, asuma una mayor responsabilidad en el sostenimiento de los costos y en la distribución equitativa de los ingresos que obtiene.
Por:
Gabriel E. Levy B.