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La educación sexual sobre salud reproductiva es necesaria para que las y los adolescente sepan protegerse contra las enfermedades de transmisión sexual y evitar un embarazo no planificado. La doctora Celia Vázquez, especialista en Ginecología Infanto – Juvenil, encargada del espacio Ñangareko afirma que los embarazos precoces persisten en adolescentes y se debe insistir con información.
El hablar sobre educación sexual y salud reproductiva al contrario de incitar al inicio de las relaciones sexuales en adolescentes lo que hace es que decidan retrasarlas lo más que se pueda ya que con la información que reciben saben los riesgos de un embarazo precoz y la exposición a las enfermedades de transmisión sexual, explica la doctora Celia Vázquez, especialista en Ginecología Infanto – Juvenil.
El espacio Ñangareko, Clínica de la Fundación Juan Rassmuss Echecopar que funciona en la Cátedra de Ginecología y Obstetricia del Hospital de Clínicas ofrece información sobre educación sexual y reproductiva, consulta, estudios, prenatal y seguimiento de embarazo de adolescentes.
“Queremos que retrasen lo más que se pueda el inicio de las relaciones sexuales porque su consecuencia sería una ETS o un embarazo no planificado y luego mostrarle las herramientas y que ese adolescente se proteja y sepa que el preservativo siempre va de la mano con algún método para evitar un embarazo. El preservativo es el único método comprobado que evita las transmisiones sexuales de VIH, HPV, herpes y clamidia, afirmó la profesional.
El servicio sigue recibiendo embarazadas de entre 14 y 15 años y a lo que se apunta es a lograr que acudan más para consejería y educación sobre salud sexual y reproductiva. “Sabemos es una etapa de la vida en la que tendrían que estar estudiando y divirtiéndose”, afirmó al profesional.
De ese grupo un 10% corresponde a un segundo embarazo precoz, indicó Vázquez. “Es una cifra baja, pero acuden y creemos que como hay ya más maternidades en otros hospitales están consultando en diferentes lugares”, agregó.
En el espacio que funciona de lunes a viernes de 7:00 a 17:00 horas se accede sin turno y de forma totalmente confidencial, se pueden disipar todas las preguntas que una adolescente puede tener desde el momento en que se inician los cambios en esa etapa de la vida.
El servicio inició la atención en diciembre de 2017 y registra un incremento del 20% en el número de pacientes de 10 a 19 años, que acuden para control prenatal, necesidad de informarse, problemas ginecológicos de cualquier índole y Vázquez aclara que solo reciben a adolescentes del sexo femenino por tratarse de un área de Ginecología.
“Los cambios en el crecimiento y desarrollo se inician a los 9 y 10 años y sería bueno que los padres les traigan a sus chiquitas porque muchas veces en cuestiones sencillas nos hacemos la película siendo que se trata de cambios simples pero si se acude a un buen profesional se tendrá la información adecuada”, agregó.
Temas como la primera menstruación o menarca es un hito importante en el desarrollo de la mujer y Vázquez aclara que no es una enfermedad. “Primero decimos que no es una enfermedad, se dice ‘me enfermé’ siendo que si no presentamos la menstruación es que sí podemos estar enfermas por eso es importante contar con la información necesaria porque existen alteraciones se dan hemorragias profusas y vienen los sustos o menstruan una sola vez y no se presenta por meses”, indicó.
Dio como ejemplo que en el inicio de la adolescencia se presenta la aparición del botón mamario que por lo general aparece de un solo lado y eso hasta puede ser visto como un tumor si no se recurre a un profesional capacitado.
Durante las consultas, las pacientes también reciben indicación de estudios laboratoriales y ginecológicos como el PAP y colposcopía que debe realizarse en forma anual luego de la primera relación sexual.
Para quienes busquen más información pueden encontrarla en las redes sociales del espacio Entre Nos en Facebook o llamando al 0984912333. HOY