El New York Times publicó ayer la entrevista que su corresponsal en el cono sur, Ernesto Londoño, le hizo al narcotraficante Marcelo Pinheiro en su celda de la Agrupación Especializada en Paraguay, poco antes de que asesinara a Lidia Meza.
La entrevista fue el 17 de noviembre pasado y se publicó ayer en la edición en inglés de uno de los diarios más prestigiosos del mundo. No mucho después de que el periodista se retirara de su celda, entró Lidia Meza (18) al mismo espacio. El narcotraficante la asesinó en un intento de evitar su extradición al Brasil, estrategia que finalmente falló.
Londoño cuenta que anteriormente cubrió el área de delitos y que también fue corresponsal de guerra, por lo que entrevistó a muchos hombres violentos. Sin embargo, este episodio lo “sacudió como nada antes”, confiesa en su artículo.
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El corresponsal, colombiano y radicado en Río de Janeiro, hizo la entrevista porque iba a escribir sobre las consecuencias de la violencia del narcotráfico de Brasil en Paraguay. Aclara que el propio abogado del capo narco organizó el encuentro. Durante toda la nota, en inglés, se refiere a Marcelo Pinheiro Veiga como Mr. Veiga.
Horas después salir de la Agrupación Especializada, se enteró de que el crimen se cometió en la misma celda en la que había hablado poco antes con el asesino. Relata que ha pasado muchas horas repitiendo fragmentos de su “conversación con Mr. Veiga en busca de alguna señal de lo que iba a venir”. Recuerda que Piloto le dijo: “Paraguay es la tierra de la impunidad”. Y sí, más adelante interpretó “esas palabras como la predicción de un baño de sangre”, sostiene el periodista del Times.
Otro dato que remarca en el artículo es que entró a la celda después de un cateo superficial. “El guardia flacucho parado frente a los barrotes apenas me palpó los brazos y la espalda”.
En la entrevista “Mr. Veiga describió sus hazañas con un sorprendente sentido de orgullo”, cita textualmente. Piloto se justificó, dijo que es un simple criminal de rango medio y que los peores criminales son los políticos.
Sobre el punto, Ernesto Londoño le preguntó si sentía alguna responsabilidad por la violencia del narcotráfico en Brasil. Contestó que no quiere ver muerte, que no le da ninguna satisfacción, pero que “desafortunadamente en esta guerra, esas cosas pasan”. Horas después de decirlo apuñaló 17 veces a Lidia Meza Burgos, de 18 años, con un cuchillo de mesa.
Igualmente, el periodista de The New York Times recalca el hecho de que Mr. Veiga asesinó a la joven para tratar de evitar la extradición al Brasil, donde los controles carcelarias son más rígidos. De hecho, ya había confesado muchos delitos cometidos en Paraguay a fin de permanecer en el país. La Fiscalía confirmó que seguía traficando armas y drogas desde la Agrupación Especializada.
Ernesto Londoño y Lidia Meza estuvieron solos con Piloto en su celda, el mismo día. El criminal decidió matar a la joven, a quien contactó a través de una página de citas. Meses antes una red de prostitución la reclutó y Mr. Veiga ofreció pagarle US$ 200, según los datos que el corresponsal recogió del Ministerio Público y de propios familiares de la víctima.
“He pensado incesantemente en Lidia y la terrible decisión que debe haber enfrentado antes de poner un pie en el dominio de un hombre a quien se le atribuyen tantos crímenes monstruosos”, reflexiona el periodista en su artículo.
Si bien Piloto buscaba permanecer encarcelado en Paraguay, dos días después de su último crimen se agilizaron los trámites y el narcotraficante fue expulsado del país. Las autoridades lo entregaron a la justicia brasileña, donde le esperan 15 años de cárcel. También será juzgado en Brasil por el asesinato de Lidia. ABC