En un barrio industrial de Sao Paulo, seis miembros del extenso imperio frigorífico JBS SA están ganando un dineral con la caída de la moneda brasileña.
Gerson Freitas Jr.
En un barrio industrial de Sao Paulo, seis miembros del extenso imperio frigorífico JBS SA están ganando un dineral con la caída de la moneda brasileña. Puede que el grupo represente el 0,003% de los 215 mil empleados de JBS, pero este año va camino a generar más ganancias que las divisiones de carne de vaca, ave y cerdo sumadas.
El equipo de gestión del riesgo, como se denomina el grupo, está montando una de las posiciones de cobertura de riesgo cambiario más grandes de todas las empresas no financieras del país. Y como este año el real cayó un 36% frente al dólar, Credit Suisse calcula que las ganancias que JBS obtendrá de los derivados llegarán a 15.000 millones de reales (US$3.650 millones) en el año. Si bien la estrategia está dando resultado en este momento, no carece de riesgos. Si la empresa frigorífica hubiese quedado atrapada de lado equivocado de la operación, las pérdidas podrían haber hecho desaparecer la mayor parte de sus posiciones en efectivo, muestran los documentos financieros.
JBS es más conocida en el mundo exterior como la compañía que absorbió a Pilgrim’s Pride como parte de una serie de adquisiciones por valor de US$20.000 millones pero, en los círculos financieros brasileños, esas apuestas monetarias le han valido otro apodo: el fondo de cobertura que vende carne. Lo que llama la atención de la posición de derivados de JBS no es sólo la magnitud –US$12.000 millones en apuestas contra el real- sino el razonamiento en que se basa la apuesta. JBS dice que sólo se está protegiendo de bajas que podrían hacer crecer su deuda externa si se la midiera en moneda local. Para algunos observadores externos, este es un argumento curioso para una compañía exportadora que obtiene el 80% de sus ingresos en dólares. Dicen que, dada la gigantesca escala del programa, este se parece un poco a la especulación monetaria.
“Parece una estrategia agresiva”, dijo desde Sao Paulo Viccenzo Paternostro, analista de Credit Suisse. “JBS tiene muchos activos en dólares, con grandes empresas en los Estados Unidos, Europa y Australia. No necesita cubrir todo en dólares. Podría cubrir sólo la parte brasileña”.
Los hermanos brasileños que dirigen la compañía, Wesley y Joesley Batista, se hicieron famosos por apostar a lo grande, a menudo tomando el control de productores no rentables y acumulando deuda mientras transformaban la carnicería fundada por su padre en el mayor productor mundial de carne vacuna.
LARGO VIAJE
En una entrevista de mayo en las oficinas de la empresa en Sao Paulo, Wesley Batista lanzó una profética predicción que prenunciaba la táctica de divisas de la compañía. Si bien en aquel momento los analistas pronosticaban que el real bajaría sólo alrededor de un 6% para fin de año, Batista, máximo responsable ejecutivo de la firma, tenía una visión mucho más sombría y preveía que la moneda tendría por delante un “largo viaje”. Entre bambalinas, JBS estaba en la última etapa de un aumento de su posición de derivados de aproximadamente un 50% respecto de diciembre de 2014, muestran los registros financieros.
Desde aquella entrevista, el real se desplomó 25%, prolongando su liquidación en medio de una recesión, un desplome del precio de las materias primas y un escándalo de corrupción que ha obligado a la presidenta Dilma Rousseff a pelear por su supervivencia política. Las acciones de JBS subieron 49% este año, algo excepcional dentro de la caída de mercado que sufre Brasil.
“Decididamente no creemos en las coberturas naturales porque no podemos garantizar que los ingresos y los márgenes se mantendrán constantes en dólares”, dijo el máximo responsable financiero de JBS, Jerry O’Callaghan. “Consideramos que nuestra estrategia es prudente y para nada especulativa”.5DIAS
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