La yerba mate y su largo proceso de producción hasta llegar a la guampa

La yerba mate que llega a tu guampa carga con siglos de historia y años de producción de miles de manos campesinas. ¿Te pusiste a pensar en eso?

Antes de que te vayas a cebar un mate o tereré, compartimos contigo algunos detalles de cómo esta planta se convirtió en un elemento de la identidad paraguaya.

Como cada 11 de octubre desde hace 21 años, este jueves es el Día Nacional de la Yerba Mate, Ilex paraguariensis; así lo declaró el Poder Ejecutivo el 25 de setiembre de 1997.

Su consumo data desde mucho antes de la época colonial, pero luego los españoles, entre funcionarios, gobernadores y religiosos, se encargaron de documentar las primeras referencias sobre su uso, según cuenta el historiador Aníbal Herib Caballero Campos para Última Hora.

“La yerba ya fue consumida por los habitantes originarios, quienes consumían con unos canutos de caña; tomaban tanto su versión de mate y tereré, pero preferiblemente mate”, explica, refiriéndose a los indígenas guaraníes que habitaban la región sur de América.

Cuenta que los jesuitas llegaron a considerar a la planta como la “yerba del diablo”, porque distraía a los indígenas y fomentaba el ocio entre ellos. Con el paso del tiempo, cambió esa perspectiva y la yerba mate pasó a ser una oportunidad para el comercio.

En el ámbito internacional, la agencia británica BBC News la destacó por ser una planta nativa de estas tierras. Actualmente, es materia prima de uno de los rubros más importantes de la industria nacional. Al año se producen cerca de 40.000 toneladas, según el Centro de Yerbateros del Paraguay.

La ruta turística del Ka’a Rape (Ruta de la Yerba Mate), que está en el distrito de Bella Vista, en el Departamento de Itapúa, hace un recorrido por empresas yerbateras, para conocer el proceso de producción.

Toma años producirlas
La planta de la yerba mate tiene sus variedades, pero se conoce muy poco de esto, ya que no hay muchos estudios científicos al respecto. Eso es lo que señala Pedro Vega, quien creció en tierras yerbateras y hoy es técnico de la Asociación de la Agricultura Agroecológica Oñoirũ.

Esta organización se creó hace menos de un año en el Departamento de Itapúa, con un modelo de producción diferente al convencional. Sus asociados, que son unas 150 a 200 familias campesinas, producen yerba agroecológica, basada en procesos naturales, sin ningún tipo de insumos químicos.

Los productores distinguen empíricamente las diferentes especies; comparan las hojas por su color y forma. En Itapúa, por ejemplo, la que más se produce es la nativa criolla.

A grandes rasgos, Vega enseña cuánto tiempo le toma producir la yerba mate a los campesinos. Reveló que, después de ser cultivados, los plantines crecen en tres años. Ese es el período que se necesita para hacer el primer corte de cosecha. Luego, el tiempo de vida útil de la planta para la producción es de hasta 20 o 30 años, dependiendo de cuál sea la variedad.

Del corte se deriva a la secada, un proceso que usualmente lo realizan las mujeres y toma todo un día. El siguiente paso es estacionar por un año, aunque lo ideal es que sean 14 meses. Después de pasar por un largo tiempo, se empaqueta para la distribución.

Con el modelo de producción que implementa Oñoirũ desde la nueva asociación, no solamente busca llegar a los hogares de todo el territorio nacional con un producto diferente, de procesamiento natural y sin gluten; con esta fuente de ingreso, también busca arraigar a las familias en Itapúa.

“La mayoría se va a la ciudad o hacia el lado argentino, y lo que nosotros queremos es que puedan tener su propio trabajo y dinero”, expresa el técnico.

El séptimo departamento, desde siempre, fue parte de la región nativa de yerbales en el sur del Paraguay, así como el norte de Argentina, el sur de Brasil, una parte de Bolivia, Ecuador, Colombia y Uruguay.

En 2014 el diputado Luis Larré presentó el proyecto de ley “Que crea el instituto Nacional de la Yerba Mate”. Se aprobó en la Cámara Baja, pero el Senado rechazó la propuesta y ya no se consiguieron los votos para su ratificación en la cámara de origen.

Reseñas de las que no se habla
Siempre se habla de que la yerba mate era consumida por los pueblos originarios en la región de América del Sur y, sin embargo, no se mencionan otras reseñas históricas. Caballero Campos, siguiendo con su relato sobre la historia, revela dos aspectos más.

Dice que antes de que existiera la moneda metálica en Paraguay –que salió en 1779– la yerba mate se usó como moneda, al igual que el tabaco, para muchas transacciones comerciales que fueron importantes en la época.

Asimismo, menciona que el gran mercado de la yerba mate se dio cuando la exportación se hacía a Buenos Aires, y esta reexportaba al Alto Perú, lo que hoy sería Bolivia.

“A los mineros que trabajaban en las minas de plata para los españoles se les otorgaba una ración para el consumo, porque consideraban que eso les refrescaba para el trabajo y todo lo demás”, describe sobre la ración entregada en forma semanal.

En cambio, las familias con más recursos económicos tenían sus propias provisiones. Pero dejaron de recibir las provisiones porque la cadena de exportación se cortó con las guerras de independencia en la región.

De Paraguay al mundo
Los diputados aprobaron el año pasado la creación del Instituto de la Yerba Mate, pero después de tres meses fue rechazado en el Senado. La propuesta no prosperó y el trámite quedó archivado en el Congreso. No se concretó la idea de crear un ente rector de la producción de la materia prima.

Hay más de 50.000 familias que se ocupan de la producción de toneladas de yerba mate, para la venta local y la exportación.

Cerca de 1.800 a 2.000 toneladas son exportadas cada año, es el dato que sostiene el Centro Yerbatero del Paraguay. Su gerente, Naida Alderete, destaca en una publicación de este jueves que la exportación incluye productos variados como la yerba mate tradicional, la orgánica y con hierbas medicinales, que es muy apreciada en Europa, especialmente por los sudamericanos que viven ahí.

Los principales mercados extranjeros en Latinoamérica son Bolivia y Chile; en cambio, hacia Europa, España es el principal consumidor. La yerba mate paraguaya también llega a Alemania, República Checa, Rusia, Turquía, Israel y Japón.

Entonces, después de saber todo esto, ¿no te parece todo un honor darle un sorbo a tu mate o tereré? Sin duda, la yerba mate que va a tu guampa, tiene mucho de qué hablar.
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